Cuenta regresiva
Walter Bento, el juez federal que fue suspendido de sus funciones a fines de mayo de este año por decisión del Consejo de la Magistratura, enfrenta los últimos días antes de escuchar la sentencia que podría destituirlo. Esto implica que podría perder sus fueros y, en tal caso, se aplicarían inmediatamente los cinco pedidos de prisión preventiva que dispuso la Justicia en Mendoza.
Bento está acusado de lavado de dinero, mal desempeño de sus funciones, enriquecimiento ilícito, falsedad ideológica, abuso de autoridad, prevaricato y cohecho. Para lograr la destitución de un juez se necesitan cinco votos de los siete integrantes del jurado y la decisión es inapelable. Además, el suspendido juez también afronta un juicio paralelo por coimas.
El proceso de jury de enjuiciamiento, popularmente conocido como juicio político, comenzó el 25 de septiembre. Desde el inicio, Bento estuvo presente en las audiencias que se realizaron en la sala del Poder Judicial de la Nación, ubicada en Buenos Aires. Allí, frente al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación, pronunció sus primeras palabras.
“Quiero empezar. Jamás integre una banda, una asociación ilícita ni como miembro ni como jefe. Jamás incurrí en el mal desempeño de mis funciones. Son todas mentiras y hoy lo voy a dejar en claro”.
Lo que se busca es meterme preso y quedarse a cargo del juzgado federal electoral de Mendoza
Con esta última frase, Bento, acusó como principal responsable de esa maniobra al fiscal general Dante Vega.
Primera parte: Las acusaciones contra Bento
Los fiscales del caso enumeraron los cargos contra el magistrado. Los acusadores son los consejeros de la Magistratura Miguel Piedecasas (abogado radical), Roxana Reyes (diputada de Juntos por el Cambio) y Eduardo Vischi (senador de Juntos por el Cambio). Piedecasas comenzó nombrando cada una de las acusaciones.
- Faltar a la verdad a la hora de tomar un crédito hipotecario, ocultando su calidad de persona políticamente expuesta. Haberse negado a entregar su celular para que fuera investigado por la Justicia.
- Ocultar que estaba procesado cuando se anotó en un concurso para ascender a camarista de Casación en el Consejo de la Magistratura.
- Burlarse del juez que lo investigaba, al vaciar su caja de seguridad antes de que sea allanada y dejar adentro una nota en la que le reclamaba que leyera la causa antes de procesarlo.
- Ostentar un estilo de vida indecoroso con continuos viajes de alto costo y alojamientos en hoteles suntuosos, fotografiarse en una limusina en Las Vegas, con bebidas y concurrir a costosos recitales en el exterior y ponerlo de manifiesto. Y asistir a lugares de juego, lo que está prohibido por las normas de la justicia nacional.
- Incumplir normas constitucionales, legales y de la ley de ética pública y del régimen de declaraciones juradas.
- Incluir datos falsos en un préstamo con garantía hipotecaria, ya que dijo que no tenía otra vivienda -sí la tenía- y darle al dinero otro destino que el declarado.
- No haberse inhibido en una causa en la que estaba comprometida su imparcialidad. Vender inmuebles para evitar embargos. Desnaturalizar declaraciones testimoniales, ocultar o negarse a entregar pruebas.
- Intentar manipular la tarjeta SIM y entorpecer aún más la labor de la Justicia, borrando mensajes mantenidos con 186 contactos. Negarse a entregar documentos de viaje y haber falseado u omitido insertar datos en sus declaraciones juradas.
También se lo acusa de graves desórdenes de conducta personal, al intentar obstruir o impedir el normal desarrollo de una causa judicial, haber incumplido normas reglamentarias y legales.
Segunda parte: La defensa niega los hechos
En su primera exposición, Bento exhibió videos de los imputados del juicio penal por coimas para desacreditar las acusaciones de cohecho, los cuales no forman parte de los cargos que juzga este jury. Explicaron cómo habían pasado su detención o cómo escucharon de los carceleros que debían declarar lo que el fiscal quisiera para recuperar la libertad. “Pasaron 40 años de democracia no podemos permitirlo”, dijo Bento.
Cuando amplió su declaración, negó las acusaciones que se plantearon y respondió a las preguntas que le realizaron los acusadores, en medio de las discusiones entre su abogado defensor, Mariano Fragueiro Frías y los fiscales.
Justificó haber accedido a un crédito Procrear; dijo que no entregó su teléfono a la Justicia porque tenía mensajes personales. Además, aseguró que es descabellado que lo critiquen por ir a un hotel casino de Las Vegas, sacarse fotos en una limusina, tomar alcohol e ir a conciertos. "En Mendoza hay hoteles casino en los que se han alojado integrantes del Consejo de la Magistratura".
Las Vegas y la foto en una limusina
Uno de los cuestionamientos hacia Bento surge a partir de los viajes al exterior que realizó junto a su familia y principalmente por uno en particular a Las Vegas. "También se me atribuye en uno de los hechos que no forman parte de la causa haber tenido actitudes contrarias al decoro por haber visitado la ciudad de Las Vegas. Se llegó a predicar que se conoce como "la ciudad del pecado" dejándonos a las puertas de un conflicto diplomático. Tres fotografías en Las Vegas. No puedo creer tener que explicar esto acá sentado", manifestó y dijo que ha ido muchas veces a Las Vegas, pero no al casino.
A continuación, remarcó: “Estamos hablando de fotos del 2011, tres fotos sacadas por mi señora con su celular. Nunca nadie de mi familia publicó una foto de ese viaje en ningún lado. Las fotos aparecen en los medios en 2022, quien las publicó fue contra el derecho a la intimidad de mi señora, de mi familia”. En una de las fotos aparece dentro de una limusina, sonriente y sosteniendo una copa. “Le pedí al chófer sacarme una foto, nada más”, sostuvo ante el jurado.
Crédito Procrear y aumento del patrimonio
Según la acusación, Bento accedió a un crédito de vivienda única del Banco Nación (Procrear) que utilizó para comprar un departamento en Villa Palmares. Pero afirmó que nunca dijo que ese préstamo era para vivienda única y que el Banco Nación le firmó una excepción porque era el único tipo de créditos disponibles.
Descartó las acusaciones en su contra por no haber declarado, a la hora de vender un inmueble, que era persona políticamente expuesta. Atribuyó el error a la escribana. "Lo rectificó diciendo que fue culpa de ellas porque no reparó en lo que ya tiene como estándar en sus escrituras".
Sobre el crecimiento de su patrimonio, Bento reiteró que con el cargo de su esposa y su sueldo les compraron un departamento a cada uno de sus hijos. “Y mientras vivían en nuestra casa los alquilábamos. Con esos ingresos costeamos todos, pero acá se me atribuye mal desempeño por ostentar”, dijo.
IR A UN HOTEL CUATRO O CINCO ESTRELLAS NO ES OSTENTAR, MIS INGRESOS ME LO PERMITÍAN.
Tercera parte: Confesiones de los testigos
La ronda de testigos comenzó luego de la exposición de Bento y las preguntas de la Fiscalía y del Jurado. En total, fueron 15 los que declararon.
El primero fue Alfredo Manuel Rodríguez Gómez, exjuez federal de Mendoza y quien llevó a trabajar a Bento a la justicia. El testigo dijo que Bento fue secretario de su juzgado y que trabajó con “bastante capacidad organizativa” ya que le había dado la parte penal de una secretaría que estaba desordenada en el trámite de las causas. “Cumplió muy bien con su trabajo. Nunca tuvo ninguna situación irregular ni tuve ninguna sospecha”, completó el exjuez.
Luego, el abogado Raúl Ricardo Sánchez contó que tuvo muchas causas en el juzgado de Bento. Una de ellas es uno de los expedientes en el que está acusado de cobrar coimas. “Recibí el trato de un juez a un defensor. Tuve una buena relación profesional. No tengo nada para decir sobre su ejercicio profesional”, sostuvo.
Un exempleado de una empresa donde Bento compró sus paquetes de viajes al exterior. Juan Dommnicz afirmó no recordar el valor de los pasajes, ni el valor de la habitación del hotel Caesars Palace de Las Vegas donde se hospedó.
Viviana Megazzini, otra de las testigos, declaró que le compró al magistrado una casa en el barrio Palmares en 2019 por la que pagó 430 mil dólares. Por su parte, Mariana Álvarez, la escribana que intervino en la compra-venta del inmueble, aseguró que no tenía conocimiento de que Bento sea un persona políticamente expuesta.
Uno de los momentos que más se destacaron fue cuando el exjuez federal de Mendoza, Alfredo Manuel Rodríguez Gómez, aportó un dato de gran relevancia para los fiscales. Confirmó que Bento integró una reducida comitiva que viajó en avión privado para concurrir a un concierto que Luis Miguel realizó en Uruguay. Esa información forma parte del expediente de una de las causas penales que Bento afronta en Mendoza.
Cuarta parte: Etapa final
En los últimos pasos del juicio político, el suspendido juez federal reclamó que, antes de dictar un veredicto, el jurado espere el fallo del juicio por coimas. Ante los integrantes del jury, afirmó que si lo remueven “va a ser una condena que recaiga sobre toda su familia”, compuesta de su mujer y tres hijos, uno de ellos discapacitado y en silla de ruedas.
Esta es una decisión similar a la pena de muerte
Por su parte, Miguel Piedecasas dijo que "se ha roto toda confianza pública en el magistrado que estamos enjuiciando” y descalificó el argumento del juez de que todo se trata de un complot en su contra, tanto la causa penal como el juicio político, para quedarse con su cargo de juez federal con competencia electoral. “El magistrado se ha referido a un contubernio, que la acusación es parte, al igual que un fiscal enojado, un juez designado a dedo, una cámara involucrada que debió excusarse, todas las fuerzas políticas y los medios conspirando en este contubernio”, enumeró. Advirtió que está frente a “un magistrado que ha actuado al margen de la ley”.
“Hemos demostrado la ausencia absoluta de austeridad republicana que rige la ley de ética pública”, continuó Piedecasas y señaló que Bento “ha concurrido a lugares de juegos de azar en forma reiterada”, en alusión de sus frecuentes viajas a Las Vegas.
Mariano Fragueiro Frías respondió que la acusación era contradictoria, porque Piedecasas mencionó que se trataba de un juicio penal y no político y sin embargo enumeró una serie de leyes que supuestamente incumplió el juez. Además, aseguró que no hay evidencia de que Bento hubiera incumplido el reglamento de la justicia al alojarse en un hotel casino. “¿Hay fotos del juez Bento en las mesas de blackjack o de ruleta o en las tragamonedas? No. El Hotel Casino Conrad de Punta del Este está dentro de los hoteles con convenio de la Asociación de Magistrados: habrá que advertir a los jueces que no se alojen allí, porque pueden destituirlos por hacerlo”, deslizó.
Fragueiro Frías insistió en que no se puede utilizar el juicio penal para probar en esta instancia mal desempeño y pidió que en todo caso se espere al final del juicio penal para decidir.
Creemos que va a salir absuelto
La última carta bajo la manga
Bento pidió la recusación de José Maria Torello y Ana Clara Romero, dos integrantes de Juntos por el Cambio que integran el tribunal por considerar que muestran una “parcialidad manifiesta”. Junto a sus abogados, presentaron el pedido por el vínculo y los dichos de Patricia Bullrich, quien comparó al caso del juez con narcotraficantes famosos.
Sin embargo, el planteo fue rechazado. El documento presentado afirma que "no existen elementos que denoten algún tipo de animosidad que pueda dar lugar a la sospecha de falta de imparcialidad que ha invocado el presentante para plantear su recusación”.
En tanto, según la defensa del magistrado, los legisladores eran “parciales” en el fallo debido al “sentimiento de animadversión” de Juntos por el Cambio en su contra. Explicaron que Bullrich promovió en 2011 un juicio político en su contra, sumado a las expresiones de la funcionaria en el último debate presidencial donde consideró que el caso de Bento era “similar al de narcotraficantes”.
El Jurado de Enjuiciamiento indicó en su resolución: “Ya que ni el senador Torello ni la diputada Romero han emitido opinión sobre el objeto de este proceso ni formulado juicio de valor alguno sobre Bento, se arriba a la inevitable conclusión de que no existen elementos que denoten algún tipo de animosidad que pueda dar lugar a la sospecha de falta de imparcialidad que ha invocado el presentante para plantear su recusación.
