Juicio abreviado
Luego de los saqueos ocurridos en agosto en distintos puntos de la provincia, muchos fueron los departamentos que sufrieron este tipo de robos en grupo. Por ello, un joven de 20 años fue condenado en un juicio abreviado por participar en un saqueo a la carnicería ubicada en Las Heras.
Miguel Ángel Peralta recibió una pena de tres años y quedó en libertad con la condición de cumplir las normas impuestas. De lo contrario, cumplirá la condena de manera efectiva. Además, otro imputado por el mismo hecho quedó con prisión preventiva. Peralta fue detenido tras el saqueo en la carnicería del barrio Santa Teresita, ocurrido el 19 de agosto. El fiscal Fernando Giunta lo imputó por robo agravado por ser en poblado y en banda.
Durante el juicio abreviado, realizado este lunes, el imputado reconoció todos los hechos por los que se lo acusó, y las partes acordaron una pena de 3 años con ejecución condicional. Por tratarse de un delito excarcelable, y porque no tiene antecedentes ni medidas pendientes con la justicia, el joven de 20 años recuperó la libertad. Peralta debe cumplir con las siguientes normas:
- Fijar y mantener un domicilio, y avisar en el caso de cambiarlo.
- deberá presentarse cada tres meses en la Dirección de Promoción del liberado.
- no cometer otros delitos durante 4 años.
- no emborracharse ni drogarse.
- donar una caja de leche en polvo de 800 gramos por mes al Banco de Alimentos.
- someterse a la extracción de muestras biológicas y huellas para el Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas.
Además, le dictaron la prisión preventiva a un hombre de 31 años quien también está imputado por el saqueo ocurrido en la carnicería, por lo que pasará el proceso hasta el juicio en la cárcel.
La carnicería que se convirtió en una cárcel
Una de las carnicerías que fue blanco de los robos en Las Heras mantiene sus puertas abiertas, pero ahora tiene tantas rejas que parece una cárcel. El comercio, ubicado en calles Independencia y Álvarez Condarco, sufrió robos repetidos en los últimos años, factor que también empujó a protegerse de esa forma.
El propietario del lugar, Javier Mignani, reabrió a fines de septiembre. "Este fue el famoso negocio en el que se llevaron todo. Nos robaron la mercadería y rompieron todo lo que pudieron. Para tener una idea, hay que considerar que cada balanza vale un millón de pesos, y se robaron tres", confesó Mignani.
"Es como una cárcel. Pero lamentablemente no nos quedó otra que hacerlo así. En principio no sabíamos si íbamos a abrir de vuelta o no, pero una vez que bajó un poco la tensión, decidimos volver", cerró.
