Inesperado giro
El macabro asesinato de Edgardo Jesús Lucero, de 29 años, llegó a conmocionar no sólo a la provincia, sino también al país. El joven había desaparecido el 6 de diciembre, pero luego su cuerpo fue hallado sin vida en la localidad de Los Corralitos, Guaymallén. Durante las últimas horas, la Justicia liberó al chofer que habría trasladado el cadáver desde la galería Tonsa hasta dicha localidad.
En este sentido, el único señalado como quien asesinó a Lucero es Vladimir Cristian Cayo, de 28 años. Está detenido e imputado desde el viernes bajo la calificación de homicidio simple, cuya pena es de 8 a 25 años de cárcel.
De acuerdo a la hipótesis de la Fiscalía de Homicidios, Cayo cometió el crimen en el interior de su local, el número 63 de la galería Tonsa. Luego ocultó el cadáver en una bolsa de consorcio y lo enterró en la zona de Los Corralitos. Pero en el traslado recibió la colaboración de dos personas, cuya participación está siendo analizada por los investigadores.
Liberación de uno de los imputados
Uno de los hombres indicado como colaboradores fue detenido este fin de semana. Se trata de un chofer de 30 años de una plataforma de viajes que fue llamado por Cayo para realizar el trayecto desde el lugar del crimen hasta Los Corralitos. El conductor fue imputado por encubrimiento agravado, pero en la tarde del martes recuperó su libertad.
El hombre aportó una coartada creíble: Dijo que no sabía que en el interior de la bolsa había un cadáver ya que Vladimir Cayo le comentó que trasladaba un "cuero" y luego subió el bulto al baúl del vehículo. Si no hay mayores pruebas que lo compliquen en la causa, este sospechoso será sobreseído y quedará desvinculado del expediente.
La misma situación se está analizando respecto a una persona que, según quedó registrado en las cámaras de seguridad, ayudó al presunto asesino a sacar la bolsa desde su local hasta la vereda. Sería un changarín que suele trabajar en la galería Tonsa y que colaboró con Vladimir Cayo, tal vez sin saber que estaba trasladando un cadáver.
Avanza la investigación
De acuerdo al Cuerpo Médico Forense (CMF), se confirmó que Jesús Lucero fue asesinado con un arma blanca. Este dato es clave ya que no implica un agravante en la imputación del presunto autor del crimen en Ciudad, como sí lo hubiera sido si se encontraban heridas de arma de fuego.
Sin embargo, la Fiscalía espera el informe de la necropsia final para establecer si hubo ensañamiento o alevosía, lo que prevén una pena de prisión perpetua.
Cómo sucedió el crimen en pleno corazón de Ciudad
Jesús Lucero era un joven de 29 que el 7 de diciembre último se dirigió hacia la Terminal de Ómnibus para visitar a su pareja, una joven que vive en la localidad de Palmira. O al menos esa era la versión que tenía su familia.
Desde entonces, nunca más fue visto por lo que se realizó una denuncia y se comenzó a investigar su paradero. Los pesquisas hicieron un exhaustivo seguimiento con las cámaras de seguridad y notaron que el joven se dirigió hasta la galería Tonsa, donde quedó filmado cuando ingresó pero nunca cuando salió.
Con la recepción de algunos testimonios en el expediente se estableció la teoría del caso: Jesús Lucero fue hasta un local de venta y reparación de celulares. Allí trabajaba su novia, quien aparentemente había empezado una nueva relación con el dueño del comercio. Esto habría motivado una discusión entre los dos hombres donde Lucero se llevó la peor parte ya que terminó asesinado.
