Revés judicial
El caso del intento de ataque a la fiscal Claudia Ríos, ocurrido en septiembre, suma otro hecho en la investigación. Este viernes, la jueza a cargo dictó prisión preventiva al preso que, además, sacó una chuza e intentó huir del Polo Judicial mientras estaba siendo juzgado por otra causa.
En una nueva audiencia, caratulada como privación ilegítima de la libertad, amenazas agravadas y tentativa de evasión, se enumeraron las pruebas contra Hugo Arredondo, quien se encuentra detenido en el penal de Almafuerte por una larga cadena de delitos. La más grave es por homicidio.
Debido a esto, la defensora de Arredondo no presentó objeción alguna y el juez dictó la prisión preventiva contra el imputado por lo ocurrido en septiembre pasado. De hecho, en la investigación no hay dudas sobre su autoría en un hecho que pasó de tentativa de homicidio contra la fiscal Ríos a una tentativa de evasión. Luego, se le agregaron delitos de amenaza, privación ilegítima de la libertad contra una pasante que presenciaba el juicio y lesiones contra un empleado judicial que ayudó a reducirlo.
Cómo fue el ataque
El 13 de septiembre, se inició el juicio contra tres presos acusados de intento de asesinato a otro recluso del penal de Almafuerte, a mediados de julio de 2019. En una de las salas del Polo Judicial Penal de Mendoza, se encontraban el juez Mauro Perassi, la fiscal de Homicidios Claudia Ríos y la defensora oficial Ximena Morales, además de público presente.
En cierto momento, Hugo Arredondo, uno de los sospechosos, logró eludir al personal del Servicio Penitenciario que los custodia, empuñó un arma blanca y corrió en dirección al escritorio de la fiscal, aunque no llegó a destino porque se interpuso un agente penitenciario.
Luego, siguió corriendo hacia la puerta de salida. Una vez en el pasillo, intentó tomar como rehén a una persona del público, que es una estudiante de Derecho. Pero la acción tuvo su fin por el accionar de las fuerzas de seguridad y por la propia fiscal Ríos que lo redujo con gas pimienta.
Respecto de cómo el atacante logró ingresar a la sala con un arma blanca, existe la sospecha de que alguno de los otros reclusos que estaban siendo juzgado junto a él le pasó el elemento. De una forma u otra, hubo una falla en los mecanismos de prevención por parte de personal penitenciario.
