Conmoción
Este miércoles ocurrió un trágico accidente vial en Uspallata, donde un hombre perdió la vida. Horas más tarde se confirmó que la víctima fatal es Antonio Olmo, de 69 años, actual propietario de Avícola Luján.
El empresario circulaba en su motocicleta KMT 190 c.c. por la ruta 7 cuando intentó sobrepasar a una camioneta Toyota, no calculó la distancia y la chocó en su parte trasera. El rodado mayor era conducido por un hombre de 66 años.
Según la reconstrucción del hecho, Olmo intentó pasar al rodado mayor. Pero, al notar que de frente se acercaba otro auto, en sentido contrario, disminuyó la velocidad para tratar de volver a su carril.
Lamento profundamente el fallecimiento de Antonio Olmo. Sumo mis condolencias y oraciones para el consuelo de su familia y seres queridos.April 17, 2024 ">
Lamento profundamente el fallecimiento de Antonio Olmo, dueño de Avícola Luján en un trágico accidente de tránsito. Perdemos a un gran emprendedor, comprometido con el trabajo y con Mendoza. Mis condolencias a su familia y seres queridos.April 17, 2024 ">
Sin embargo, tras esa maniobra, impactó contra el costado trasero de la Toyota, perdió el dominio y colisionó de lleno contra una placa de cemento.
El caso de Olmo es muy similar al que ocurrió con otro reconocido empresario mendocino, Armando Genco, quién también falleció en un accidente de tránsito en la ruta 40, cuando intentó esquivar con su moto a otro vehículo que venía de frente.
La muerte de Juan Manuel Olmo, en un accidente en 2009
El 10 de noviembre de 2009, un hermano de Olmo, Juan Manuel, falleció en otro accidente vial.
Sucedió cuando una piedra lanzada desde un puente atravesó el parabrisas del auto que manejaba Juan Manuel Olmo y le golpeó la cabeza. Iba acompañado precisamente de Antonio.
Debido al fuerte impacto, perdió el control del vehículo que manejaba y se estrelló.
Luego se supo que eran tres chicos los responsables, quienes jugaban a arrojar piedras a los autos. Los tres menores, entonces de 13, 12 y 10 años, inimputables para la Justicia, terminaron en tres hogares de la DINAF. Pero recuperaron la libertad y volvieron con sus familiares.
