Tentativa de homicidio
Marcelo Alejandro Quinteros, de 36 años, protagonizó una secuencia de hechos delictivos que tuvieron sus consecuencias en las últimas horas. Durante un juicio abreviado, fue condenado a 11 años de prisión por cometer un robo en Guaymallén, intentar matar a una mujer (aunque luego la bala no salió), y, al escapar del lugar, inició una fuga cinematográfica, chocando dos vehículos que había robado.
El juez a cargo de la causa lo sentenció por el delito de homicidio criminis causa en grado de tentativa. El ladrón se declaró culpable, acorralado por las pruebas en su contra, luego de que su abogado pactó la pena con la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien llevó adelante la investigación.
Además, se le sumaron dos cargos por robos agravados por el uso de arma de fuego apta para el disparo, portación ilegítima de arma de uso civil y encubrimiento simple. Se declaró la reincidencia ya que tenía antecedentes por otros delitos, por lo que deberá cumplir la pena en su totalidad sin la posibilidad de acceder a beneficios carcelarios.
El violento robo en Guaymallén
Durante el mediodía del 13 de agosto pasado, dos mujeres se encontraban en un domicilio ubicado en calle Tirasso al 1700. Marcelo Quinteros ingresó por el patio de la propiedad y agarró del cuello a la dueña, una contadora de 37 años. El sujeto le apuntó con un revólver a la cabeza y le dijo "quedate callada porque está cargada y te voy a matar".
El hombre le exigió que ingresaran al inmueble, pero ante la resistencia de la mujer fue que apretó el gatillo. Afortunadamente, la bala no salió (el tambor tenía siete proyectiles calibre 32). Una vez dentro del domicilio, el delincuente le apuntó a la otra mujer y de esta forma sustrajo una notebook. Salió al exterior y huyó en una camioneta Fiat Strada que tenía pedido de captura porque había sido sustraída días antes.
Sin embargo, en medio del escape, comenzó a ser perseguido por personal policial que había sido advertido de la situación. Quinteros cambió de dirección y circuló en contramano por la lateral norte del Acceso Este. Llegó hasta el cruce con Arenales, donde continuó su huida a pie.
Como los uniformados seguían tras sus pasos, se metió en una local de Pago Fácil, encañonó a un comerciante y le exigió las llaves de su vehículo. De esta forma se subió al Chevrolet Ágile de la víctima y manejó unas cuadras más hasta terminar chocando en la esquina de Paso de los Patos y Cipolletti. En ese lugar fue detenido y le secuestraron el revólver que utilizó en la serie delictiva.
