Waltergate
Este jueves continuaron las declaraciones en el marco del juicio contra Walter Bento, donde está acusado de ser el líder de una organización ilícita que se dedicaba a cobrar coimas a presos a cambio de favores judiciales. Este jueves, Lucas Lecour, abogado conocido por su importante rol en la causa de abusos del Instituto Próvolo, complicó al suspendido juez con su relato.
Frente al Tribunal Oral N° 2, Lecour aseguró que un cliente suyo y de Sergio Salinas, Sebastián Palumbo, quien se dedicaba al cambio de dinero y estuvo preso, le contó “muchísimas veces que le habían pedido dinero para recibir beneficios judiciales”. Le mencionó que esos pedidos provenían de los abogados Luciano Ortego, Francisco “Chato” Álvarez y Diego Aliaga. Según la acusación, todos eran miembros de la banda que lideraba el juez Bento.
Sobornos que llegaban a los 500.000 dólares
El abogado mencionó pedidos que llegaban a sumas millonarias, que luego se reducían ante la negativa de Palumbo. Esto afianzó lo que dijo Salinas este miércoles, quien también habló sobre coimas. Además, nombró a Aliaga y a Álvarez como “gestores”.
Cuando respondió preguntas del fiscal Dante Vega, Lecour afirmó que “antes de la detención de Palumbo había una persona conocida de él, de apellido Luccini, que lo había ido a ver y le dijo que tenía que hablar con Ortego porque lo iban a detener”. Una vez fue detenido, un amigo dijo que Aliaga se contactó con él y le dijo que “tenía la solución y debía juntar dinero”.
Los montos arrancaban de 500 mil dólares y mientras más duro se iba poniendo mejoraban la oferta. Llegaron a pedir 50 mil dólares
“Aliaga había mostrado una tarjeta verde de una camioneta que pertenecía a Bento para mostrar su cercanía”, agregó Lecour sobre una de las pistas que sigue la Fiscalía.
La intervención del “Chato” Álvarez
Según el testimonio de Lecour, dos amigos de Palumbo se reunieron en Palmares con el abogado Francisco Álvarez para conversar sobre cómo podía salir en libertad. Allí, el letrado pidió 250.000 dólares. “Álvarez les dijo que le faltaba cerrar detalles con quien tenía la lapicera. Todos entendíamos que se refería a Bento”, indicó Lecour.
“El Chato dijo que si no tenía el dinero, lo tenía su papá”. También afirmó que no les convenía “ratonear con la libertad de una persona”.
Además, otro nombre que se escuchó en tribunales en la exposición de Lecour fue el del defensor oficial Jorge Miranda, quien está imputado en la causa Bento y tenía un vínculo con Palumbo. A los amigos del detenido les dijeron que fueran a ver a Miranda porque “el cóndor iba a resolver pagando una cantidad enorme de dinero”.
Contó que el padre de Palumbo hizo “averiguaciones” con contactos políticos que confirmaron esa posibilidad. La operación de dinero nunca se concretó porque Palumbo hijo, además, consideraba que era inocente. “Sebastián tenía la forma de conseguir el dinero, pero se plantó y dijo que no iba a poner un dólar”, contó Lecour.
Cuando salió de la cárcel, Palumbo dijo a sus abogados que iba a hacer la denuncia. “Un día Sebastián se hartó y decidió denunciar”, agregó Lecour.
Era evidente que le habían armado la causa para que pusiera plata”
Los dichos contra la esposa de Bento
Lecour se refirió a lo que Marta Boiza declaró en el juicio, donde vinculó a Lecour con el fiscal Vega y sugirió que los letrados habían montado un “estudio jurídico” en su despacho oficial, cuando era secretario.
“Al fiscal Vega no lo conocí hasta que fui a trabajar con Diego Lavado. Lo digo porque una periodista me envió un video de la esposa de Bento, que no sabía que era ella porque no la conozco. Ella decía que yo iba al despacho del doctor Vega y que habíamos convertido ese despacho en un estudio jurídico. Yo me recibí en el 2006 y Vega ya no era secretario, hace ya un año que había renunciado. Les puedo asegurar que desde el 2002 al 2006 era un estudiante que no tenía idea donde estaba Tribunales Federales, así que esto que dice no sé de donde lo ha sacado”, arremetió Lecour.
“Lo hablé con Diego (Lavado) a esto y él me dijo: 'Lucas, sabes que cuando están complicados, son de decir estupideces y esto lo es'. Me molesté con Boiza, porque yo en la vida la vi. No la conozco, creo que nunca he hablado con ella y si me la cruzo en la calle no sé quién es. En cambio al juez Bento y a sus hijos sí los conozco”, continuó.
“No sé si me pareció injusto, pero sí fue mentiroso. Cuando entro en el 2006, Dante Vega estaba trabajando con Diego Lavado. Yo lo conozco a él y estuvimos juntos hasta el 2008. En ese año, Dante y Diego, junto a la abogada Alejandra Naman, deciden comprar una propiedad que es dónde tenemos hoy el estudio en calle 25 de Mayo de Godoy Cruz y ellos se van a ese estudio. Ahí es como que nos separamos. Yo no había sido socio de ellos, yo era un abogado que estaba aprendiendo con ellos”, cerró Lucas Lecour.
