Crimen en Maipú
Durante una de las audiencias que se realizan por el juicio oral que intenta esclarecer el doble crimen de Franco y Kevin Álvarez, ocurrido en Maipú, uno de los imputados tuvo su oportunidad de defenderse. Axel D'Agostino declaró que es inocente ante un jurado popular.
El joven de 23 años afirmó que alcanzó a reunirse con los hermanos Álvarez el 7 de junio, mismo día en que desaparecieron, e incluso que mantuvo una discusión con ellos. En ese sentido, explicó que debía pagarles los trabajos de albañilería que habían realizado para su padre Fabián D'Agostino, de 53 años, en un lote ubicado en Colonia Bombal, de Rodeo del Medio. Sin embargo, desde ese momento no volvió a verlos.
Primeros testimonios
Este miércoles, un médico legista que realizó la necropsia de los cuerpos hallados el 27 de junio, declaró que los hermanos Álvarez “no fueron ejecutados el mismo día en que se encontraron”. Y continuó: “El deceso data con anterioridad”
“Los restos no presentaban signos de descomposición avanzada”, por esta razón la Fiscalía afirma que fueron puestos en la Laguna del Viborón cuando los descubrieron y que, durante 20 días, podrían haber sido conservados en un freezer o cámara frigorífica.
Sobre cómo se produjo el crimen, confirmó que “efectivamente murieron a raíz de un disparo en la cabeza”.
Amenazas y búsquedas sospechosas
De acuerdo a las investigaciones del área de Delitos Tecnológicos, en el celular del mayor de los acusados, Fabián D'Agostino, encontraron una serie de audios en los que le decía a su hijo “los vamos a dar vuelta”, entendiéndose que se refería a los hermanos.
Al peritar el dispositivo, se revelaron los mensajes amenazantes entre ambas partes. Uno de los motivos que fomentó la mala relación que tenían era que D'Agostino padre no les pagaba por los trabajos de albañilería.
Por otra parte, entre el 7 y el 27 de junio de 2021, el acusado buscó en su teléfono noticias sobre lo siguiente:
- Unas 60 veces buscó sobre la desaparición de las víctimas.
- Cuando los cuerpos aparecieron en una zona rural de Maipú, averiguó pasajes de avión con destino a España.
En tanto, la Fiscalía y la querella pedirán que los acusados sean condenados por homicidio agravado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas y por el uso de arma de fuego. Arriesgan prisión perpetua.
Por el contrario, la defensa afirmó que fue un crimen narco. “No se sabe dónde se cometieron los homicidios, no se sabe quién los hizo y el arma homicida no es un 22 corto como el de mis clientes, sino un 11 largo. Mis defendidos son unos perejiles, son inocentes”, dijo el abogado.
Los alegatos de clausura serán este viernes por la mañana y, cuando finalice esta etapa, los 12 ciudadanos seleccionados para el jurado pasarán a deliberar el veredicto.
Las pruebas contra los acusados
Según la Fiscalía, los hermanos, luego de la pandemia de Covid-19, fueron contratados por los D'agostino para trabajar como albañiles. Acordaron que a Franco le iban a pagar $35 mil y a su hermano $2 mil por día.
Además, según Guzzo, “ellos planificaron el asesinato. Los convocaron para pagarles las deudas y desvincularlos de la obra”. El 7 de junio por la noche, “luego de hacerlos trabajar, es cuando llevaron a cabo el hecho de sangre”.
Los ejecutaron de un tiro en la cabeza a cada uno. Dos disparos idénticos, a corta distancia y con la misma arma
En tanto, aunque no se sabe quién fue el ejecutor, "sabemos que planearon el asesinato tal vez con la participación de más personas”, agregó el fiscal. “Los Hermanos Álvarez fueron ejecutados salvajemente con alevosía cuando se encontraban indefensos”, aseguró.
Cómo ocurrió el hecho
A fines de junio del 2021, los cuerpos de Franco y Kevin Álvarez fueron hallados por las autoridades, en las cercanías de calle Los Pinos y Sadec, zona de Los Álamos, luego de que una mujer alertó al 911. Allí, se percató de la presencia de una persona sumergida en un desagüe, vio un brazo y un pantalón color azul entre medio de ramas.
Cuando arribó la Policía, encontraron un segundo cuerpo, ambos eran hombres de contextura delgada y en evidente estado de descomposición.
La madre de los hermanos Álvarez reveló en sus declaraciones que en la tarde del 7 de junio, los jóvenes tomaron un micro con dirección a Los Corralitos, Guaymallén, donde debían cobrar un trabajo de albañilería. Sin embargo, cerca de las 22, aún no habían vuelto. La mujer los llamó por teléfono y le contestaron que estaban esperando que les pagaran, lo que la Policía confirmó. Esa fue la última comunicación que tuvieron con su madre. Minutos más tarde el teléfono de Kevin Álvarez se apagó.
Al día siguiente se realizó la denuncia por desaparición en la comisaría de Rodeo del Medio. Los policías corroboraron que la persona que los había contratado les había pagado los 14 mil pesos que le debían y luego los dos albañiles fueron hasta un quiosco cercano, donde consumieron unas bebidas.
Sin embargo, días después se hizo un rastrillaje por la zona cercana al cruce de Olascoaga y Buenos Aires, en Los Corralitos, donde se encuentra el loteo donde fueron vistos por última vez. Los perros que buscaron rastros por el lugar no dieron ninguna pista a los investigadores.
Sus cadáveres aparecieron 20 días después en la Laguna del Viborón, usando la misma ropa con la que fueron vistos la última vez. Todo hace sospechar a la Fiscalía que esa misma noche fueron golpeados y asesinados con un disparo descendente en la nuca. El informe forense indicó que las víctimas podrían haber sido ultimados el 7 de junio y haber estado guardados en un equipo de refrigeración, como por ejemplo un freezer.
