El lavavajillas es un electrodoméstico que en la actualidad es utilizado por muchas familias para limpiar sus platos y demás utensilios de cocina. Especialistas recomiendan higienizarlo para evitar el crecimiento de moho, bacterias como así también malos olores en su interior.
Para no tener que luchar con esta ardua tarea de limpieza y que pueda funcionar correctamente, existen alternativas económicas como es el caso de utilizar vinagre blanco destilado que te ayudarán a limpiarlo con solo ejecutar un ciclo de lavado.
Hay un sencillo truco que trata de colocar un envase con vinagre blanco en la rejilla superior. Se vuelca un tazón o 250 ml de vinagre blanco en un envase o recipiente y se coloca en la rejilla de lavado superior del lavavajillas. Explican que cuando arranca el ciclo de lavado, el vinagre ayudará a desinfectar el interior del aparato. Es necesario que el recipiente sea apto para usar en el lavavajillas.
Asimismo, se aconseja espolvorear una taza o 180 g de bicarbonato de sodio en el lavavajillas. De esta manera se ayudará a absorber los malos olores y lo dejará con un olor fresco. Medir una taza o 180 g de bicarbonato de sodio en una taza medidora y vertirla en la parte inferior del interior del lavavajillas.
Posteriormente, explican que es fundamental un ciclo de agua caliente en el lavavajillas. Elige el ciclo de lavado de alta temperatura en los botones de control del aparato y déjalo actuar. Programa una alarma a mitad del ciclo de lavado para que te recuerde que tienes que volver al lavavajillas.
Sin embargo, hay recomendaciones de organismos como la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que dicen que no se debería recurrir a este tipo de prácticas, ya que pueden arruinar el lavavajillas. "El vinagre es un ácido, y a la larga, recurrir a este producto podría dañar el lavavajillas y la propia vajilla. Su acción no es comparable a la del abrillantador”, remarcan.