Facilísimo
Si pensamos en un brownie, seguramente dos cosas se nos vendrán a la cabeza: una bomba deliciosa de chocolate y cantidades industriales de manteca. Pues bien, para aquellos quienes aman el chocolate pero desean, por el motivo que sea, evitar la manteca y el exceso de calorías, esta receta es para ustedes.
Esta receta es super liviana, ya que no lleva mantequilla, huevos ni tampoco leche. La primera la reemplazaremos con aceite de coco y a los segundos con huevo de lino. Este último es muy fácil de preparar y no te llevará nada de tiempo. Por último, utilizaremos leche vegetal (de almendras, de soya o la que más te guste). Ya verás que el resultado es un brownie húmedo y deliciosamente chocolatoso.
Ingredientes
- 250 gr. (1 taza) de leche vegetal
- 180 gr. (1 taza) de aceite de coco
- 1 y ½ tazas de azúcar negra o ¾ tazas de azúcar blanca
- 70 gr. de cacao puro (aproximadamente ¾ de taza)
- 120 gr. de harina (1 taza). Si quieres evitar el gluten, puedes usar la harina que sea de tu preferencia.
- 4 cdas. de lino bien molido
- 12 cdas. de agua
- 1 pizca de sal
- Opcionales: 150 gr. de nueces cortadas o de chips de chocolate
Procedimiento
- Mezcla las semillas de lino molidas en el agua y deja reposar durante unos 5 minutos hasta que espese bien.
- En un bol, mezcla muy bien todos los ingredientes húmedos: el lino remojado, la leche vegetal y el aceite de coco.
- En otro recipiente, coloca todos los productos secos: la harina, el cacao, la sal y el azúcar.
- Incorpora el contenido de ambos recipientes y mezcla hasta lograr una pasta consistente y sin grumos.
- Incorpora las nueces o los chips de chocolates. Este paso es opcional, pero le aportará al brownie una textura fantástica.
- Coloca la pasta en un recipiente rectangular previamente engrasado y enharinado.
- Coloca la fuente en el horno precalentado a 180°C y deja cocinar por entre 30 y 35 minutos.
- Luego de retirar la fuente del horno, deja que se enfríe durante unos 15 minutos.
Ahora es el momento de disfrutar un brownie diferente, más saludable pero igualmente delicioso. Lo puedes comer tibio o frío, acompañado de un helado vegano de crema y un buen café. ¡Que lo disfrutes!
