Increíble
La gran masa de inmigración italiana a los Estados Unidos dejó innumerables vestigios en la cultura de aquel país. Y, como no podía ser de otra manera, la cocina no es la excepción. La receta que les acercamos hoy no es particularmente conocida fuera del país del norte, sin embargo, es digna de ser tenida en cuenta en cualquier lugar del mundo.
Su origen se remonta a la primera mitad del siglo XX, época en la cual se produjo una gran diáspora italiana hacia los Estados Unidos. Esta receta se popularizó a partir de la década de 1960 en numerosos restaurantes a lo largo y a lo ancho del país, transformándose en uno de los favoritos de los comensales norteamericanos. En Argentina, una variedad sería la milanesa a la napolitana hecha con pollo en vez de carne.
Ingredientes
Para el pollo:
- 2 pechugas de pollo grandes cortadas en filetes
- 2 huevos grandes
- 2 cdas. de perejil picado
- 2 cdas. de ajo picado
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cda. de ajo en polvo
- 100 gr. de parmesano rallado
- Pan rallado o rebozador (puede ser panko) suficiente para cubrir las piezas de pollo
- Aceite para freír
Para la salsa:
- 1 cda. de aceite de oliva.
- 1 cebolla mediana picada finamente
- 2 cdas. de ajo picado
- 400 ml. de pasta de tomate
- 1 cda. de orégano
- Sal y pimienta al gusto
Para la cobertura:
- 250 gr. de mozzarella rallada
- 75 gr. de parmesano rallado
- 2 cdas. de albahaca picada
Procedimiento
Para la salsa:
- Precalentamos el aceite en una sartén y sofreímos la cebolla hasta que esté transparente. Luego agregamos el ajo picado y lo freímos por unos 30 segundos, con cuidado de que no se queme.
- Agregamos el puré de tomate y las especias y mezclamos muy bien. Tapamos la sartén y dejamos cocinar por unos 5 minutos o hasta que notemos que la salsa ha espesado bien. Corregimos de sal y pimienta.
Para el pollo:
- Salpimentamos los filetes de pollo.
- En un bol, batimos los huevos y agregamos el ajo, el perejil y salpimentamos. Luego, incorporamos el pollo y revolvemos para que quede bien impregnado de la mezcla. Reservamos en la heladera bien tapado por lo menos por una media hora.
- En un recipiente plano, mezclamos el pan rallado con el queso parmesano y el polvo de ajo. Luego, vamos pasando los filetes de pollo hasta que estén bien cubiertos de pan.
- Freímos el pollo apanado en una sartén con abundante aceite muy caliente hasta que esté dorado.
- Vamos colocando el pollo en una asadera y colocamos la salsa y el queso en partes iguales sobre cada filete.
- Colocamos en un horno previamente calentado a 200° hasta que el queso se haya gratinado muy bien.
