Deliciosa1
La cocina francesa es conocida por su elegancia y complejidad, pero hoy te traigo un secreto: una receta francesa puede ser sorprendentemente sencilla, especialmente cuando se trata de salsas. Imagina una salsa que transforme un plato ordinario en una obra maestra, con ingredientes que probablemente ya tienes en tu cocina.
Esta receta es ideal para principiantes en la cocina francesa o para aquellos que buscan añadir un toque de sofisticación a sus platos sin complicarse. Vamos a preparar una salsa clásica que es la envidia de cualquier chef, pero tan fácil que hasta un principiante puede hacerla sin sudar.
Ingredientes
- 100 ml de caldo de pollo o verduras
- 50 ml de crema de leche
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharadita de harina de trigo
- Sal y pimienta al gusto
- Una pizca de nuez moscada
- Hierbas frescas (opcional, para decorar)
Procedimiento
- En una sartén, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la harina y remueve constantemente para crear un roux.
- Vierte el caldo lentamente, mezclando para evitar grumos.
- Agrega la crema de leche, revolviendo suavemente.
- Cocina a fuego lento hasta que la salsa espese.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
- Sirve caliente, decorando con hierbas si deseas.
Este plato es un ejemplo brillante de cómo la sencillez puede ser extraordinaria. La salsa tiene una textura suave y un sabor que realza cualquier comida, desde un simple pollo asado hasta un elegante filete. Es la demostración de que no necesitas ingredientes complicados para disfrutar de la alta cocina francesa. ¡Bon appétit!
