Siempre reluciente
La higiene de nuestro hogar es crucial y la ducha no es una excepción. Si nos descuidamos, la suciedad se acumula, haciendo más laboriosa su limpieza. A continuación, te presentamos un sencillo sistema de cinco pasos para limpiar tu ducha efectivamente sin necesidad de frotar demasiado.
- Enjuague inicial: Comienza enjuagando los azulejos, el piso y las paredes con agua caliente durante unos minutos. Esta acción eliminará la suciedad superficial y abrirá los poros del material para facilitar la limpieza.
- Limpieza del cabezal de la ducha: A menudo olvidado, limpiar el cabezal de la ducha es esencial para eliminar el sarro acumulado. Utiliza guantes de goma y sumérgelo en una solución de agua con vinagre o detergente, después cepíllalo y ya está. En caso de que no se pueda quitar, usa una bolsa plástica con vinagre y bandas elásticas para fijarla al cabezal.
- Eliminación de restos de jabón: Utiliza un producto específico para limpiar la ducha, como el Cif Gatillo Baño, para eliminar los restos de jabón y otros residuos. Rocía, deja actuar según las indicaciones del producto y enjuaga con abundante agua.
- Limpieza de juntas de azulejos: Con lavandina y un cepillo de dientes viejo, puedes remover el moho de las uniones de azulejos. Deja actuar el producto antes de empezar a limpiar.
- Destapar la rejilla: Finalmente, asegúrate de destapar la rejilla de la ducha. Usa guantes y retira los cabellos y demás residuos acumulados, luego utiliza un destapa cañerías o Vim Lavandina en Gel para disolver cualquier depósito remanente.
Sigue estos consejos y convierte la limpieza de tu ducha en un hábito. Recuerda siempre leer las instrucciones de los productos de limpieza y mantener tu baño bien ventilado. Esto asegurará que tu baño esté y huela a limpio durante mucho más tiempo.