El cabello dañado puede tener múltiples causas, como el uso constante de herramientas de calor, tratamientos químicos recurrentes y hábitos de cuidado deficientes, lo que puede llevar a que se vea opaco y sin vida. Identificar los signos de daño capilar es esencial para implementar cambios en tu rutina de cuidado. Estos incluyen falta de brillo, puntas abiertas, caída excesiva y sequedad.
Afortunadamente, existen soluciones para cada problema. En ocasiones, la pérdida de cabello puede estar relacionada con factores genéticos o hormonales, como la alopecia androgenética, así como con situaciones temporales como el estrés, enfermedades o defensas bajas, como la alopecia areata.
Sin embargo, nuestros hábitos juegan un papel crucial. Evitá los peinados demasiado tirantes y los accesorios para el pelo que puedan causar daño. El uso excesivo de herramientas de calor también puede acelerar el deterioro del cabello. Utiliza siempre protectores térmicos y limita el uso de estas herramientas.
Cuando uses secador, mantenlo a una distancia mínima del cuero cabelludo y a temperatura baja. El frizz es común debido a la falta de hidratación, así que realiza tratamientos hidratantes regularmente y eligí productos específicos para combatirlo.
Las coloraciones pueden dañar el cabello, así que opta por productos de cuidado recomendados por profesionales y evita las tinturas caseras. Limita el uso de herramientas de calor y aplica un protector térmico antes de usarlas. Además de estos cuidados básicos, ajusta la temperatura de las herramientas de calor y úsalas sobre cabello limpio y solo cuando sea necesario.