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Crimen

Qué declaró el forense sobre la autopsia a Fernando Báez Sosa

En la sexta audiencia del juicio declaró el forense Diego Duarte quién en un crudo relató detalló: “El tronco cerebral era lo que presentaba más daños”, indicó.

Padres de Fernando Báez Sosa

Diego Duarte, médico forense que le practicó la autopsia a Fernando Báez Sosa, explicó en su declaración las lesiones dentro y fuera del cuerpo de la víctima. Cuando el Tribunal lo llamó a testificar, Silvino y Graciela decidieron retirarse de la sala ya que las imágenes de la autopsia eran muy fuertes y crudas, por lo que manifestaron la necesidad de salir.

El relato de Duarte comenzó cuando se enteró de la causa: “Trabajamos con un protocolo que cumplí. La autopsia se llevó a cabo en la morgue del hospital de Pinamar. Primero vi a la víctima en Villa Gesell. Yo tomé conocimiento del caso, supe que Fernando estaba en el hospital de Villa Gesell y como vivo en la esquina del hospital, crucé para ver cómo estaba", explicó.

"Hice un examen previo para tener la visualización de con qué me iba a encontrar en la autopsia. Fernando yacía en una cama, presentaba múltiples agresiones en la parte del rostro. Pedí que se le realice una tomografía computada para ver un panorama general de lo que presentaba el cuerpo. El resultado tardó un rato en llegar. Yo lo vi y tenía una importante hemorragia por dentro del cráneo. Además, tomé imágenes con mi celular particular para tener una aproximación de las características de las lesiones que aún conservo en mi teléfono”, continuó el médico. 

Tras revelar que poseía imágenes nuevas en su celular, el fiscal García solicitó al Tribunal que el testigo exhiba dichas fotos. Después de unos minutos los jueces rechazaron por unanimidad solicitada ya que no están presentes en el expediente ni serán agregadas después de la declaración. “Es una sorpresa que nos afecta en demasía”, dijo Hugo Tomei luego de tomar conocimiento de las fotografías. 

Varios minutos después la declaración retomó y Duarte continuó con su testimonio de aquella autopsia. El Tribunal dio pase a que en la pantalla de la sala del TOC 1 de Dolores comiencen a exhibirse las imágenes de la necropsia. En ese momento, se observó que ninguno de los ocho acusados giró para ver las fotografías. 

Con la muestra de las fotos, Duarte confirmó que Fernando "no presentó daños óseos", pero que los golpes fueron suficientes y determinantes para causarle "un derrame cerebral". También detalló que "se detectó mucho sangrado y mucho coagulo en cerebro, cerebelo y tronco encefálico; compatible con la aplicación de golpes". “En cara y cráneo presentaba la mayoría de los golpes. Son áreas centrales porque allí se alojan la mayoría de las funciones del organismo”, explicó.

Durante su declaración, Tomei le hizo una pregunta acerca de si se podía saber cuántas veces fue golpeado Fernando lo que Duarte respondió: “No se puede medir la intensidad de los golpes en la autopsia. Tampoco se pueden determinar la cantidad de golpes que recibió la víctima”.

Tal como reconoció la testigo anterior, la médica que atendió a Fernando en la vía pública, el forense sostuvo que el rostro de la víctima tenía una marca de zapatilla: "Es por un traumatismo de alta energía, contra un cuerpo que ofrece resistencia. Está en el piso, y al aplicar compresión, queda marcada".

Resaltó que el cuerpo "tenía golpes en el tórax, producto de un golpe directo; también se observó una laceración o desgarro en el hígado". Una pregunta realizada por el abogado Améndola, sobre si Fernando hubiese sobrevivido si la golpiza ocurría en la puerta de un hospital, Duarte respondió seguro "no". 

Al salir del Tribunal, Duarte habló con la prensa y relató brevemente lo que contó frente a los jueces: "Tratamos de dejar en claro las causales de la muerte de Fernando, quién tenía lesiones incompatibles con la vida en el sistema nervioso".

"Murió producto de un traumatismo grave de craneo producto de múltiples golpes. No fue solo un golpe, es una sumatoria de todas las lesiones que tuvo en diversos órganos", detalló.

Por último, se mostró emocionado hasta las lágrimas al sostener que nunca había visto algo igual: "Fue con mucha saña, no había forma de salvarlo. Es muy fuerte, porque soy padre". 

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