En una industria inspirada en y para ser consumida por mujeres, los cargos importantes son ocupados por hombres blancos. La brecha salarial de género varía de una industria a otra, pero una cosa permanece constante: históricamente a las mujeres se les ha pagado menos que a sus colegas masculinos. Generalmente se tiene la creencia que en la industria de la moda los puestos de trabajo están ocupados por mujeres, pero esto no es así. Las empresas de moda no son inmunes a la brecha salarial. De hecho, es uno de los espacios en donde se encuentra más presente.
Constantes contradicciones, la moda celebra la diversidad y tiene como estrella a la mujer pero no se les otorgan puestos de influencia y poder. En Europa, la brecha de género y disparidad salarial muestra que en cuanto a remuneración, las diseñadoras cobran un 12,8% menos que sus compañeros del género masculino.
Con la salida de Sarah Burton como directora creativa de la firma Alexander McQueen, solo quedan dos mujeres en los puestos más importantes de las esferas creativas en marcas de lujo: Virginie Viard en Chanel y Maria Grazia Chiuri en Dior.
¿Está haciendo la industria de la moda lo suficiente para cerrar la brecha de género? La triste realidad es que los hombres de la esfera no lo ven como un problema. En un espacio donde se la toma a la mujer como un símbolo de empoderamiento e inspiración, las reduce a eso. Musas estéticas pero no líderes creativas.