LUCIOPEDIA
Siempre te quedarán anécdotas de momentos importantes. Nunca faltarán los recuerdos de un suceso mínimo. Y escarbando en la memoria, se sacarán más y más evocaciones. A los doce juveniles que jugaron para la Selección Mendocina la 29ª edición del Campeonato Argentino de básquetbol para menores de 18 años les quedó un baúl de remembranzas en setiembre de 1993. Pero el hecho más importante, por la trascendencia que tendría después, fue haber tenido cara a cara a Fabricio Oberto
También esos juveniles, hoy con 49 o 50 años, recordarán que fue su primer viaje a Buenos Aires, otros se quedaron deslumbrados al ver el estadio Monumental, porque el torneo se jugó en el Microestadio de River Plate, debajo de una de sus tribunas. A muchos les llamó la atención que León Najnudel (impulsor de la creación de la Liga Nacional) estuviera viendo la mayoría de los partidos, junto a Enrique Tolcachier, que luego-en la cercanía de los últimos 4 años- está radicado y trabajando en Mendoza.
Se generaron muchísimas anécdotas de los momentos jocosos durante el viaje y las bromas que se hacían entre los jugadores saliendo de la adolescencia durante la estadía en la Capital Federal. La mayoría sin que Mauricio Moyano, el DT, los viera, porque de inmediato llegaba el reto. Todos contarán algo, 30 años después, de aquel Argentino juvenil en 1993.
Y yo también tengo historias de esos días de principios de setiembre, cuando viajé a cubrir el torneo para la revista El Doble, especializada en básquetbol. Porque el domingo 5 el seleccionado argentino de fútbol cayó en el Monumental por 5 a 0 frente a Colombia. Así los colombianos se clasificaron al Mundial EE.UU. 1994 y el equipo de Basile debió ir al repechaje.
El martes 7, en la mañana, mientras River y Huracán jugaban un amistoso, tuve una charla con Sergio Goycochea, que era el arquero de la Selección Argentina. Además, en una de las oficinas del Monumental se desarrolló una reunión de la Asociación de Clubes de básquetbol y se sorteó el programa de partidos del TNA, con la participación de Regatas, que hacía su debut en la segunda categoría del básquetbol argentino.
Fueron días intensos de actividades deportivas en Núñez, que con el paso de tiempo, se transformaron en evocaciones dignas de contar en mesas, con asado de por medio.
En la actualidad el contador Leonardo Da Viá, o el funcionario del gobierno provincial, Eduardo Martín, o los directores técnicos Rodrigo Alvaro, y Martín Chocolate Arce podrán contar, como cualquier integrante del plantel, que en ese campeonato estuvo frente a frente con un jugador de la NBA haciendo referencia a Fabricio Oberto, que triunfaría y ganaría un campeonato junto a Emanuel Ginóbili en San Antonio Spurs.
El recuerdo frente a Córdoba
Los muchachos mendocinos podrán decir ahora que “yo jugué contra un argentino de la Generación Dorada y campeón de la NBA”. Y de ahí saltarán recuerdos del partido en donde Córdoba superó a Mendoza 100 a 78, el 9 de setiembre de 1993. Cuando no podían parar a Oberto que convirtió 30 puntos y bajó 22 rebotes (11 defensivos y 11 ofensivos).
En Córdoba los 100 puntos estuvieron así repartidos: Gabriel Riofrío 8, Alejandro Olivares 10, Humberto Manzo 15, Fabricio Oberto 30, Federico Helale 17, en la formación inicial, y Ariel Gamba 6, Germán González 2, Martín Prigioni 2, Juan C. Muñoz 6, Martín Vaquero 2, Jorge Stevenot 2 y no convirtió Ariel Bernabei.
Los 78 puntos de Mendoza fueron así: Eduardo Martín 19, Juan Pablo Vendrell 4, Juan Manuel Rodríguez 7, Fernando Santanciero 7 y Gustavo Cano 17, en los cinco iniciales. Después ingresaron: Leonardo Partucci 11, Diego Dalbes 2, Martín Arce 7, Leonardo Da Viá 2, Rubén Llanos 2 y no convirtió Rodrigo Alvaro. No entró David Peralta.
De puño y letra de Fabricio
Recuerdo que yo sólo tenía los apellidos de los jugadores cordobeses y recurrí a un integrante del plantel para que me dijera los nombres. Y nada menos que Fabricio Oberto fue el que me los escribió en mi cuaderno y además tuvo la gentileza al agregar la altura de cada uno. Fabricio medía 2,08 metros, y centímetros más y menos tenían Olivares (que después jugó en Anzorena) y Helale. Córdoba terminaría ganando el torneo.
La presencia de Gabriel Riofrío (16 años) impactaba con sus 2 metros jugando de base y volcando el balón. Unos años después, en 2001, se desplomaba en pleno partido jugando para Estudiantes de Bahía Blanca en el estadio de Libertad de Sunchales. Al rato se moría a los 23 años, por un problema cardíaco, ante los intentos curativos de los médicos.
Los juveniles que integraron en el combinado mendocino de 1993 tienen distinta relación con el básquetbol y algunos se siguen enfrentando o son compañeros en el maxi. Pero siempre se acordarán de aquel campeonato en Buenos Aires.
Todo elevado a superlativo al tener frente a frente a Oberto. El cordobés nacido en Las Varillas el 21 de marzo de 1975, tiene 48 años y una de sus actividades en los medios de comunicación son los comentarios que realiza de los partidos de la NBA para la cadena ESPN.
El muchacho ganó todo lo posible con Atenas de Córdoba a nivel Nacional, Sudamericano y Panamericano. Luego en Olimpiakos de Grecia, Tau Cerámica y Pamesa Valencia, en España, siguió sumanto títulos. Continuó con su arribo a la NBA para ser compañero de Manu Ginóbili en San Antonio Spurs desde 2005 a 2009 y logró un campeonato. Después pasaría por otros equipos de la máxima Liga norteamericana en Washington Wizards y terminó en Portland Trail Blazers (sólo 5 partidos). En total fueron 382 encuentros a lo largo de 6 temporadas.
Toda esa carrera sucedía mientras defendía la camiseta sin mangas de la Selección Argentina para ganar varios torneos Panamericanos, de Fiba Américas, medalla de plata en un Mundial, medalla de oro y de bronce en Juegos Olímpicos. Era una parte fundamental de la estructura de la Generación Dorada que le dio el brillo más grande al básquetbol argentino de toda la historia por 20 años.
Un problema cardíaco lo dejó afuera de la NBA en 2010 (Portland), pero luego de una operación (2011) se recuperó y regresó para integrar el seleccionado nacional que ganó el preolímpico en Mar del Plata. También tendría un regreso fugaz a su querido Atenas de Córdoba hasta su retiro definitivo en 2013 por la Liga Nacional.
Los medios, las redes y los vinos
Siempre Fabricio Oberto fue un adelantado con su relación a las redes sociales. Además, mostró su capacidad en el rock para tocar la guitarra desde su época en Valencia (2002) cuando formó una banda con Federico Kammerich (bajo). Muchos años después fue invitado por Illia Kuryaki and the Valderramas para tocar un tema en el Cosquín rock de 2013.
Siempre incursionó en programas radiales y televisivos en programas por cable, por aire y por las redes. Se metió en proyectos de videojuegos y en la producción de documentales y películas.
Su relación con Mendoza se produjo con el lanzamiento de una línea de vinos de la Bodega las Compuertas. Muchos de esos viajes, desde su Córdoba natal hasta la bodega mendocina, los hace en su moto de gran cilindrada.
Es mucho más fácil verlo y escucharlo en sus comentarios de partidos de la NBA para la cadena internacional ESPN, que enfundado en su campera de cuero arriba de una moto por las rutas mendocinas.
Alguna vez, hace 30 años, los juveniles mendocinos lo tuvieron mucho más cerca y lo miraron frente a frente. Fue un recuerdo imborrable.
