La inflación sigue siendo el gran problema en Argentina, y Mendoza no es la excepción. Según los datos presentados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), el índice de precios al consumidor tuvo un aumento del 8,3% en el mes de marzo en comparación con febrero. Esto tiene una gran incidencia sobre todo en los productos y servicios que tienen una mayor relevancia en la economía familiar, como los alimentos y bebidas, que registraron una variación del 10,9%, la más alta de todas las categorías.
La suba en el primer trimestre del año en el rubro alimenticio fue del 28,2%. Este aumento no hace más que aumentar la preocupación de los sectores más vulnerables de la sociedad, que tienen mayores dificultades para hacer frente a los altos precios de los productos indispensables para su subsistencia.
Pero los alimentos y bebidas no son los únicos rubros que tuvieron una suba considerable en marzo. Esparcimientos también experimentó un fuerte incremento del 9,1%. Esta suba se debe en gran medida al mes de la vendimia, que es muy importante en la provincia y las actividades generan un gran movimiento de turistas.
En cambio, otros rubros como la indumentaria y el transporte y comunicaciones experimentaron aumentos más moderados, con subas del 7,6% y del 6,8% respectivamente. No obstante, estos incrementos también impactan en la economía familiar y en el poder adquisitivo de la población.
Es importante destacar que estos datos de inflación de Mendoza están por encima de la media nacional, que en marzo fue de 7,7%. La suba intermensual estuvo 0,6 puntos por encima, y la variación interanual alcanza el 104,9%.