Navidad Afectada
A pocas semanas de Navidad, los festejos comienzan a organizarse entre familia y amigos. Esta es la ancestral ceremonia de planear las comidas, los regalos y las invitaciones en uno de los días más especiales en el año y en el mundo. Todo ello tiene un factor en común: los altos precios que ensombrecen el corazón de la celebración navideña en Argentina.
Luego de un año complicado, la crisis y la incertidumbre económica también alcanzaron a afectar a las fiestas de fin de año. Desde alimentos típicos de la mesa de Navidad hasta los regalos sufrieron un fuerte aumento en comparación con el año pasado.
El escenario, entonces, se convierte en una constante adaptación a los cambiantes precios que adornan las carnes, verduras, bebidas y postres; es un desafío y una “búsqueda del tesoro” encontrar el presupuesto adecuado y aprovecharlo antes de que la inflación lo detecte primero.
En este sentido, Diario Mendoza recorrió las calles del Gran Mendoza para realizar un sondeo y desentrañar cuál es el panorama previo a la cena del 24 de diciembre. Hubo una respuesta que se repitió.
Entre la expectativa y la especulación por la asunción de Javier Milei
La diversidad de opciones para llenar la mesa familiar varía según los gustos y lo ajustado que puede estar el bolsillo. Mientras algunos mendocinos optan por comprar directamente a productores que venden al costado de la ruta “para conseguir un mejor precio”, otros mencionaron las comidas caseras como primera y única opción. Incluso hay quienes exploran entre alimentos ya preparados como vitel toné, pollo relleno, arrollado de carne o sándwiches triples.
En tanto, los comerciantes también sufren los constantes cambios en los precios y, en una época donde debería aumentar el número de ventas, se han encontrado con la realidad económica. “Mucha gente pregunta el precio y no termina comprando”, comentó un carnicero de Maipú.
Antes compraban un kilo de carne y ahora te compran dos mil pesos
Y agregó: “Te piden según lo que tienen en el momento. La gente especula en las compras y mira muchos precios”. Además, con respecto a lo que más se llevan, “el chivo, matambre, peceto, lechón y cordero”, son los principales elegidos por los mendocinos para esta Navidad.
Si se realiza una comparación entre principios de diciembre del 2022 y 2023, hay un “10% menos de ventas”, de acuerdo a lo indicado por el hombre. “Pero siempre después del 10 (de este mes) empieza a repuntar y más porque la gente especula con lo que va a pasar el lunes”, refiriéndose tras la asunción de Javier Milei.
Sin embargo, dentro de este panorama existe una luz que da fuerza a comerciantes y clientes: “Las expectativas son buenas, dentro de todo. No ha bajado tanto el consumo, aunque ya no se compra tanto por kilo sino por dinero”
Asimismo, en otra carnicería ubicada en el centro mendocino la situación cambia: “La gente no espera al domingo, prefiere comprar antes por las dudas. Se llevan para la semana o para el mes, si tienen dónde guardarlo”, expresó el encargado. “Lo que más eligen es el asado, sin falta”.
En la vereda de enfrente, las verdulerías pintan un horizonte casi similar. Los viajes de todos los días a la feria marcan el camino de los precios que luego estarán reflejados en cada local. Desde allí, los aumentos obligan a algunos a comprar menos cantidad y aguardar a una próxima baja. Aún así, las ventas se mantienen y se espera que mejoren en estos días.
Claro que los aumentos también afectaron a la decoración navideña. La tradicional compra del árbol junto a sus adornos en rojo y verde, luces, guirnaldas y estrellas, actualmente superan los 15 mil pesos, si no se encuentra un descuento propio de algún local. Por ejemplo, los moños, círculos brillantes o figuras de Papá Noel, comprados por separados, pueden ser una alternativa que ronda desde los 900 hasta los 5 mil pesos.
A pesar de esto, algunos mendocinos optan por encontrar alternativas creativas, como la reutilización de árboles artificiales o la creación de decoraciones caseras que fácilmente se pueden buscar en Internet como DIY (Hazlo Tú Mismo, por sus siglas en inglés).
La esperanza como faro
Tal como se mencionó al principio de la nota, este 2023 ha sido un año complicado para los argentinos, donde la inflación llevó a muchos a un escenario de incertidumbre y expectativa que se replicó en estas festividades.
Regalos, árboles, adornos y luces deben adecuarse a un contexto desafiante, planteando y repensando alternativas igual de significativas y accesibles. Pero aquí surge el ingenio y la creatividad de cada persona que desea mantener el verdadero espíritu navideño, sin comprometer la calidad del tiempo en familia.
De la dualidad entre la tradición festiva y una economía en crisis, surge la esperanza. La resiliencia y la capacidad de adaptación son testimonios de la fuerza del espíritu argentino incluso caminando a oscuras. En esta Navidad, más que nunca, la unidad y la solidaridad son los verdaderos regalos que iluminan los últimos días de este año.
