Sin freno
Diciembre de 2023 registró una inflación que rondó el 30%, culminando el año con un incremento acumulado de precios cercano al 200%, el más elevado en más de tres décadas. Según analistas, la fuerte devaluación del peso y la liberalización de los precios fueron los principales catalizadores de este incremento. El Gobierno anticipó un alza inflacionaria reflejada tanto en diciembre como en enero, esperando una desaceleración a partir de febrero.
Las consultoras han proporcionado estimaciones variadas pero igualmente alarmantes sobre la inflación de diciembre, con cifras que oscilan entre el 22.8% y 30%. Los incrementos más notorios se observaron en sectores como combustibles, medicamentos, y cigarrillos. Aunque se prevé que ciertos precios aún aumentarán, como los del transporte público y servicios de salud, impactando en el índice de precios al consumidor de enero de 2024.
Se proyecta que la inflación continúe su tendencia alcista en los primeros meses del año, afectando significativamente el poder adquisitivo de los salarios, tanto en el ámbito formal como informal. Las correcciones de precios y la falta de una ancla nominal clara podrían acelerar aún más la inflación mensual, con aumentos previstos en servicios básicos y educativos.
Las proyecciones anuales indican una inflación acumulada que podría rondar el 219%, siendo la más alta desde 1990. La reciente devaluación y los ajustes en precios regulados han sido señalados como los principales impulsores de esta inflación récord. Con el panorama actual, el ajuste económico y la escalada de precios continúan siendo una preocupación central para los ciudadanos y el ámbito político, augurando desafíos significativos para la economía del país en el inicio de 2024.
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