Alberto Fernández dio un duro mensaje ayer, en Naciones Unidas, que giró, fundamentalmente, en lo que llamó un "deudicidio", en referencia al préstamo de más de 50.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional le hizo a la administración de Mauricio Macri, "más que lo que les dio a 85 países en plena pandemia".
El presidente consideró ayer a ese endeudamiento "tóxico e irresponsable". En campaña había asegurado en la cara de Macri que gran parte del dinero "se lo llevaron sus amigos, presidente".
En su discurso de apertura del año legislativo prometió "querella criminal" para investigar ese endeudamiento. "He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra", dijo el 1 de marzo de este año.
A pesar de todo lo dicho en diferentes tiempos y escenarios, el presidente accedió a legitimar el préstamo con un pago que se realizó hoy por 1.885 millones de dólares, para lo que se utilizó parte de los DEG (Derechos Especiales de Giro) que el organismo repartió este año entre sus socios, con un criterio inversamente proporcional a las necesidades, dándole más a los países más grandes.
Algunos expertos señalaron que con este movimiento cualquier investigación o querella quedaría sin efecto, ya que al pagar se estaría asumiendo la condición regular del préstamo, o incurriendo también en una conducta irregular al pagarlo.
Fuentes del Banco Central informaron que "hoy se concretó el pago del vencimiento con el FMI, lo que se verá reflejado en las reservas internacionales junto con las variaciones que reflejan las cotizaciones de los distintos instrumentos que componen las reservas", que hoy suman 43.178 millones de dólares.