Apocalíptica
Durante la madrugada del lunes, la Ciudad de Mendoza vive una situación inusual y caótica que pocos habían experimentado en la región. El viento Zonda, conocido por su intensidad y capacidad destructiva, azotó la ciudad, causando estragos en la infraestructura eléctrica y generando un apagón generalizado que sumió a gran parte del microcentro en la oscuridad.
Como resultado de la caída de una gran cantidad de cables y postes de energía eléctrica, la ciudad se encontró sin luz en plena madrugada. La falta de iluminación provocó un escenario de incertidumbre y malestar entre los habitantes, que se vieron sorprendidos por esta situación apocalíptica.
Pero el apagón no fue el único problema al que se enfrentan los mendocinos. Las largas colas de vehículos, algunas de hasta cuatro cuadras de extensión, se forman en las estaciones de servicio mientras los conductores buscaban desesperadamente cargar combustible. La necesidad de abastecerse de gasolina se sumó a la lista de preocupaciones de la comunidad.
La falta de energía eléctrica también dejó inoperativos numerosos semáforos en toda la ciudad, lo que aumentó el caos en el tráfico y puso en riesgo la seguridad vial. Con calles oscuras y árboles y ramas caídas bloqueando algunas arterias, la movilidad se vio gravemente afectada.
Mendoza también se enfrenta a la amenaza de incendios forestales que avanzan descontrolados en las áreas no urbanizadas de Las Heras y Luján de Cuyo. La combinación de factores adversos ha creado una situación de emergencia que requiere una respuesta coordinada por parte de las autoridades y la comunidad.
