Precariedad Extrema
En un contexto económico marcado por la inflación incesante, los miembros de la Policía de Mendoza se encuentran en una situación de descontento creciente, exacerbado por la falta de una respuesta adecuada a sus demandas de mejoras salariales. A esto se suma el momento que protagoniza la Subcomisaría El Sauce de Guaymallén, donde el personal policial ha sido desalojado de su lugar de trabajo debido a la supuesta falta de pago del alquiler de la propiedad que ocupaban temporalmente.
La fotografía que ilustra esta nota muestra de manera sombría la realidad a la que se enfrenta el personal de la Subcomisaría El Sauce. En la penumbra de la noche, se vislumbra una estructura metálica, un containers, destinada a funcionar como oficina policial de manera provisional. Rodeada de materiales de construcción y vallada por una cerca improvisada, la imagen transmite un sentimiento de abandono y de medidas temporales convertidas en permanentes por la inercia administrativa.
Esta solución, lejos de ser apropiada, ha generado un malestar palpable entre los afectados. La caja de carga, que se aprecia débilmente iluminada, destaca contra la oscuridad circundante, una metáfora visual de la desatención a las necesidades básicas de los trabajadores de la seguridad.
La espera por un edificio nuevo continúa, pero mientras tanto, la realidad para estos funcionarios es una oficina que simboliza la precariedad de sus condiciones laborales. La falta de un espacio adecuado para llevar a cabo sus tareas diarias no solo afecta la moral del personal sino que también plantea interrogantes sobre la eficiencia y el respeto por quienes se dedican a la seguridad pública.
