El Tren Trasandino permitía la llegada de turistas hasta la estación de Puente del Inca. Desde allí eran trasladados en carruajes hasta el hotel. Éste contaba con 70 habitaciones, baños termales y todos los lujos que podían permitirse solo las clases pudientes. En la siguiente imagen podemos apreciar cómo se veía un amanecer en la montaña desde la ventana de una habitación.
El hotel ofrecía también lo que hoy conocemos como turismo de aventura. Se organizaban cabalgatas a distintos puntos de la montaña y uno de los más conocidos era la visita a la laguna Horcones. El nombre probablemente proviene de la forma en Y de la confluencia de dos cauces de agua. El horcón justamente es un palo en forma de Y en uno de sus extremos, que se utiliza para sostener las ramas de los árboles que por su peso tienden a caerse.
El atractivo de Horcones radica en que forma parte del recorrido hacia el cerro más grande de América, el Aconcagua. Allí los turistas podían encontrarse con expediciones que se dirigían hacia el coloso o que regresaban hacia la ciudad, lo que les permitía por un momento conectarse con la aventura. La siguiente fotografía inmortaliza uno de esos momentos.
Además de la belleza imponente del lugar, un atractivo turístico era el refugio levantado junto a la laguna. Al tratarse de una ruta habitual hacia el Aconcagua, en 1909 se levantó una construcción que permitiera a los viajeros un amparo ante las inclemencias del tiempo.
Dicho refugio estaba construido en piedra y contaba con un falso torreón. Era común tomarse fotografías junto al rústico edificio. A pesar de la solidez de su construcción, no logró resistir la furia de la naturaleza. En el año 1941 fue arrasado por un alud y estas imágenes hoy son solo un recuerdo.
Y el lujoso hotel de alta montaña corrió igual destino. En el año 1965 un alud lo arrasó, provocando muertes y un daño estructural irreparable. Milagrosamente, la única construcción que sobrevivió al desastre fue su capilla. Hoy las ruinas del hotel Puente del Inca son un atractivo turístico de la montaña mendocina. Tal vez sea mejor recordarlo en su época de mayor esplendor.
Y esto ha sido todo por hoy. En nuestro próximo encuentro seguiremos recuperando nuestro pasado en imágenes. Hasta entonces.