Los últimos horas han provocado serios inconveniente a los habitantes de los barrios alrededor de la zona del Challao, especialmente aquellos asentados en las proximidades del Cerro Arco, como son los Balcones de Cerro Arco y la Quinta de San Isidro. Las intensas precipitaciones han transformado el paisaje habitual en escenarios de emergencia, con calles convertidas en ríos y hogares aislados por la fuerza desbordante del agua.
La situación ha escalado rápidamente, dejando a varias familias incomunicadas, enfrentando no solo el aislamiento físico sino también el riesgo de descompensaciones de salud debido a la falta de acceso a servicios básicos y atención médica. La comunidad, sorprendida por la magnitud del fenómeno, observa con preocupación cómo el agua, descendiendo con ferocidad desde las alturas del cerro, amenaza la estabilidad de las viviendas y la integridad de sus habitantes.
Las imágenes captadas por los vecinos y difundidas a través de diferentes medios son testimonio elocuente de la situación. Muestran la violencia con la que el agua arrastra todo a su paso.
Los pronósticos para las próximas horas no son alentadores. La previsión de más lluvias agrega tensión a una comunidad ya en vilo, temerosa de lo que pueda suceder si las condiciones climáticas continúan deteriorándose. Ante este panorama, la solidaridad se vuelve un faro de esperanza, con vecinos y organizaciones tratando de coordinar esfuerzos para brindar apoyo a los más afectados, ya sea mediante la distribución de suministros básicos o la implementación de medidas para mitigar el impacto del agua.