Para comenzar, una postal de fines del siglo XIX o comienzos del XX, originalmente colorizada y retocada a mano. Nos muestra que no solo los coches o carruajes eran tirados por caballos. Aquí vemos un tranway o tranvía impulsado con tracción a sangre. Este medio de transporte recorrió la calle San Martín desde Colón hasta Las Heras entre 1885 y 1912, año en que llegó el tranvía eléctrico y lo cambió todo. En esta imagen también se puede apreciar el canal Tajamar – a la derecha de cuadro – que en esa época aún corría al descubierto. La fotografía está tomada en la calle San Martín, entre Colón y Don Bosco.
En la próxima imagen vemos los carruajes recorriendo los alrededores de la Plaza Mayor, que no es otra que la Plaza Independencia. En la comparativa de Ayer y Hoy descubrimos que se trata de la esquina de Patricias Mendocinas y la actual calle Rivadavia. El sentido de circulación era el opuesto al actual.
Ahora nos vamos un poco más hacia el norte y conocemos cómo era la calle Las Heras a comienzos del siglo XIX. Aunque no podemos precisar de qué esquina se trata, salta a la vista un detalle: para la época existía un boulevard con palmeras plantadas en el centro de la calzada, dividiendo los sentidos de circulación.
En la próxima imagen vemos otro tramo de la calle Las Heras. Nuevamente llama la atención el boulevard ubicado en el centro, ahora con las palmeras bastante más crecidas que en la postal anterior. Lo singular es que entre las dos fotografías hay pocos años de diferencia.
Y en la siguiente imagen volvemos a la calle San Martín. Aunque podemos ver los postes del servicio de iluminación eléctrica en el centro de la calzada, aún no están tendidas las vías y las líneas de alimentación del tranvía, por lo que podemos deducir que fue tomada antes de 1912. Un niño cruza la calle con una damajuana en dirección a cámara. Los carruajes recorren una calle San Martín de tierra o adoquinada mientras los sulkis se estacionan en el centro de la avenida. Pronto este retrato de una Mendoza antigua iba a cambiar, dando paso a la modernidad.
Etonces, en el año 1912, llegaba el tranvía eléctrico a la Ciudad. En la próxima imagen se puede apreciar como convivían el más moderno sistema de transporte de la época con los tradicionales carruajes tirados por caballos. En poco tiempo más llegaría el automóvil, para adueñarse de las calles y desplazar a los vehículos de tracción a sangre. Los carruajes o “mateos” quedarían relegados a recorridos por el Parque San Martín. También el tranvía eléctrico, varias décadas después, sería desplazado por otro medio de transporte público impulsado por motor a combustión: el ómnibus o colectivo. Y entonces la ciudad se llenaría de contaminación ambiental y sonora. Pero eso es otra historia.
Y esto es todo por hoy. Hasta nuestro próximo encuentro en el que daremos un paso atrás en el tiempo, recuperando nuestro pasado en imágenes.