Tercera condena
Hugo Arredondo logró lamentable popularidad en la sección “Policiales” de los medios de comunicación de Mendoza al sacar un arma punzante cuando iba a ser juzgado por la fiscal Claudia Ríos, en el Polo Judicial.
Ese día, el 13 de septiembre del corriente, se lo iba a juzgar por el intento de asesinato, con la colaboración de otros dos hombres - Jorge Bracamonte y Lucas Garro -, de un preso de Almafuerte en 2019 que sufrió el ataque de los tres acusados a través de golpes de puños, patadas y apuñalamientos.
Cuando la fiscal Ríos analizaba el caso Arredondo se escapó de su custodia, sacó el arma e intentó huir de la sala.
Finalmente, el hombre de 37 años conoció la condena de 7 años y 10 meses de prisión que se suma a las sentencias ya adquiridas. Por su lado, Jorge Bracamonte recibió 5 años y 10 meses y Lucas Garro 5 años y 4 meses.
Un caso “disparatado”
La situación de juzgar a Arredondo presentó una seguidilla de hechos curiosos ya que se trataba de un proceso legal de rutina que no presenta este tipo de contratiempos ni sobresaltos.
En primer lugar, la audiencia contra los tres hombres por el intento de asesinato en Almafuerte, Cacheuta, debía realizarse en una sala de dimensiones más pequeñas y es por eso que se decidió el traslado a la Sala 15, una mucho más grande.
La fiscal luego declararía que le llamó la atención que “todos los imputados pedían ir al baño”.
Además, en un primer momento Claudia Ríos explicó que el hombre quiso matarla y los primeros testimonios afirmaban que alcanzó a poner el arma blanca en el cuello de la letrada.
Luego, al darse a conocer el video, la realidad fue muy distinta a las primeras versiones dadas a conocer.
Fue así que Ríos luego declaró en la Justicia: “Su mirada era hacia mí, como que iba hacia mi cuello o en mi cabeza, contra mi integridad física".
Fue así que en un primer momento lo acusaron de “tentativa de homicidio” pero al avanzar en las investigaciones la caratula cambió a “tentativa de evasión”, es decir, Arredondo intentó escapar, no intentó matar.
