Waltergate
Este lunes inició el proceso contra Walter Bento por mal desempeño que definirá si es destituido o, por el contrario, confirmado al frente del Juzgado Federal Número 1. Este es un juicio clave porque determinará el futuro del magistrado e impactará en el desarrollo del juicio por coimas. La decisión se tomará antes de fin de año, según lo previsto.
La posible destitución del juez implicaría la pérdida de sus fueros. Entonces, deberían aplicarse inmediatamente los cinco pedidos de prisión preventiva que dispuso la Justicia en Mendoza.
Desde el principio, el abogado Mariano Fragueiro Frías, confirmó que Bento estará presente en la sala del Poder Judicial de la Nación, ubicada en Buenos Aires. Y así fue como el suspendido juez federal se sentó ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación y pronunció sus primeras palabras.
Son todas mentiras y hoy lo voy a dejar en claro
“Quiero empezar” y continuó con su declaración: “Jamás integre una banda, una asociación ilícita ni como miembro ni como jefe. Jamás incurrí en el mal desempeño de mis funciones”.
“Le pido al jurado que consienta esto: lo que se busca es meterme preso y quedarse a cargo del juzgado federal electoral de Mendoza”, expresó Bento, acusando como principal responsable de esa maniobra al fiscal general Dante Vega.
Las graves acusaciones contra Bento
Del lado opuesto al denunciado, los fiscales enumeraron los cargos contra el magistrado para conseguir su remoción. Los acusadores son los consejeros de la Magistratura Miguel Piedecasas (abogado radical), Roxana Reyes (diputada de Juntos por el Cambio) y Eduardo Vischi (senador de Juntos por el Cambio). Piedecasas comenzó nombrando cada una de las acusaciones.
- Faltar a la verdad a la hora de tomar un crédito hipotecario, ocultando su calidad de persona políticamente expuesta. Haberse negado a entregar su celular para que fuera investigado por la Justicia.
- Ocultar que estaba procesado cuando se anotó en un concurso para ascender a camarista de Casación en el Consejo de la Magistratura.
- Burlarse del juez que lo investigaba, al vaciar su caja de seguridad antes de que sea allanada y dejar adentro una nota en la que le reclamaba que leyera la causa antes de procesarlo.
- Ostentar un estilo de vida indecoroso con continuos viajes de alto costo y alojamientos en hoteles suntuosos, fotografiarse en una limusina en Las Vegas, con bebidas y concurrir a costosos recitales en el exterior y ponerlo de manifiesto. Y asistir a lugares de juego, lo que está prohibido por las normas de la justicia nacional.
- Incumplir normas constitucionales, legales y de la ley de ética pública y del régimen de declaraciones juradas.
- Incluir datos falsos en un préstamo con garantía hipotecaria, ya que dijo que no tenía otra vivienda -sí la tenía- y darle al dinero otro destino que el declarado.
- No haberse inhibido en una causa en la que estaba comprometida su imparcialidad. Vender inmuebles para evitar embargos. Desnaturalizar declaraciones testimoniales, ocultar o negarse a entregar pruebas.
- Intentar manipular la tarjeta SIM y entorpecer aún más la labor de la Justicia, borrando mensajes mantenidos con 186 contactos. Negarse a entregar documentos de viaje y haber falseado u omitido insertar datos en sus declaraciones juradas.
Como si fuera poco, también se lo acusa de graves desórdenes de conducta personal, al intentar obstruir o impedir el normal desarrollo de una causa judicial, haber incumplido normas reglamentarias y legales. La acusación de Piedecasas fue completada por Reyes y el senador Vischi,
Los riesgos de Bento y una defensa fallida
Fragueiro Frías, en la etapa de las cuestiones preliminares, buscó incorporar la declaración de nuevos testigos del juicio penal por coimas para desacreditar las acusaciones de cohecho, los cuales no forman parte de los cargos que juzga este jury. El objetivo era que los testigos dijeran que los habían presionado para ir contra Bento.
"Esos testigos e imputados dijeron haber sido torturados y extorsionados por el fiscal de Mendoza Dante Vega para declarar en contra del juez Walter Bento”. Y se quejó de que un solo abogado integre el jury de enjuiciamiento. Sin embargo, el juez De la Fuente, se lo negó.
Aún así, durante la hora y media que duró la declaración del magistrado acusado, logró exhibir videos de los imputados que explicaron cómo habían pasado su detención o cómo escucharon de los carceleros que debían declarar lo que el fiscal quisiera para recuperar la libertad. “Pasaron 40 años de democracia no podemos permitirlo”, dijo Bento.
Para lograr la destitución de un juez se necesitan cinco votos de los siete integrantes del jurado y la decisión es inapelable, aunque varios jueces destituidos fueron a la Corte Suprema de Justicia, que rechazó los planteos. Si se opta por este camino, Bento terminaría tras las rejas.
