Por si no sabías
Las carnes blancas son alimentos que solemos consumir diariamente en nuestra vida cotidiana. Miles de mendocinos la eligen para sus preparaciones y hasta incluso, las incorporan a sus dietas nutritivas. En esta ocasión, te mostramos todos los beneficios que brindan el consumirlos de forma moderada.
Es importante recalcar que las carnes blancas son aquellas que provienen de animales de corral, aves y hasta algunos ejemplares de pescados. Se diferencian de la roja, principalmente por su color más claro, tanto cuando están crudos como cocidos. Además, varían en cuanto a niveles de la proteína de mioglobina (la que genera el color en ambos ejemplares).
Este tipo de ejemplares se caracterizan por ser una gran fuente de proteínas de alta calidad. Además, presentan un contenido graso y de colesterol más bajo que las carnes rojas. Además, son ricas en vitaminas del grupo B y minerales cómo el fósforo, potasio, entre otros. También, son más fáciles de consumir.
Incorporar este tipo de alimentos a una dieta específica (con previa consulta a un profesional), puede traer muchos beneficios para nuestro cuerpo. Primeramente, pueden contribuir en el control del peso. Las proteínas incrementan la sensación de saciedad.
Otro beneficio es que, al tener menos grasas saturadas, pueden ayudar para la salud de nuestro corazón. Asimismo, permiten el mantenimiento y crecimiento de la masa muscular. De la misma manera, al poseer una buena fuente de fósforo, colabora para conservar mejor los huesos. Por último, algunas carnes blancas, como el pollo o el conejo, son ricas en zinc, un mineral importante para la función inmunológica.
