Waltergate
Este lunes, la Justicia decidió imputar a tres miembros del Servicio Penitenciario por “severidades y vejaciones” y a otro integrante de la Dirección General de Aduanas “por abuso de autoridad”. Esto sucede luego de la declaración de Gonzalo Ramírez Madrid en una de las numerosas audiencias realizadas en el juicio contra Walter Bento.
Allí, Ramírez Madrid afirmó que Diego Aliaga (presunta mano derecha del exjuez) le exigió pagar coimas para obtener su libertad, ya que estaba preso por contrabando. De acuerdo al testimonio, Aliaga le pidió 40 mil dólares y otros 200 mil para la misma tarea con otros detenidos. Además, denunció que fue hostigado por Bento, quien “lo sometió a tratos inhumanos en el Complejo Penitenciario de Boulogne Sur Mer”.
Luego, en esa misma audiencia se reveló que existe una denuncia en contra de un alto funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), quien finalmente fue imputado junto a otros tres hombre.
El detalles de las imputaciones
Según la decisión de la Justicia, se trata de Mario Fernando Giachello, en el caso de AFIP, quien “cometió el delito de abuso de autoridad”. El hombre se desempeñaba “como instructor sumariante del Sumario Administrativo Nº 596/14 que se llevó contra Gonzalo Ramírez Madrid, en principio por haber dictado actos administrativos arbitrarios, contrarios a la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos (Ley 19.549) y al Régimen Disciplinario Unificado de la Administración Federal de Ingresos Públicos”.
En ese entonces, Ramírez Madrid se encontraba procesado con prisión preventiva.
Por otro lado, Manuel Beltrán, María Isabel Amador y Ariel Carrión Videla fueron imputados por supuestas violaciones a los derechos humanos en el Complejo Penitenciario Boulogne Sur Mer. La resolución indica que se consintieron y avalaron conductas el 4 de septiembre de 2014, cuando se trasladó a Ramírez Madrid al Juzgado Federal N°1, por orden de Bento.
“En virtud de haberse negado a concurrir lo sometieron a severidades y vejaciones, trasladándolo en forma violenta y amenazante hasta 'el jaulón', donde lo habrían desnudado, insultado y golpeado”, señala la resolución.
En ese momento, el Oficial Alcaide Mayor Manuel Beltrán, se encontraba cumpliendo funciones de Jefe de la Unidad de Seguridad y Traslado, la Oficial Subadjuntor María Isabel Amador Torres, habría designado al Subayudante Ariel Alejandro Carrión Videla y encargado la tarea de ir a buscar a Ramírez Madrid hasta su celda para proceder al traslado del mismo hasta el Juzgado Federal Nº 1".
El brutal relato contra Bento
Gonzalo Ramírez Madrid fue detenido en el año 2014. Luego, cuando declaró, aseguró en Tribunales que intentaron "ablandarlo" mediante distintas formas de torturas para convencerlo de pagar 40 mil dólares a cambio de su libertad y otros 200 mil dólares con el resto de los detenidos en la causa "Iñiguez". El hombre acusó a Bento como el responsable de las vejaciones que sufrió.
"Bento me tuvo en la U32 durante 11 días y me negó la excarcelación. Me mandó al penal de Boulogne Sur Mer y empecé a recibir llamados de Diego Aliaga", relató.
Con respecto a Aliaga, a quien conocía desde el 2006, "tenía una personalidad particular. Era entrador, estudioso, inteligente y confianzudo. La relación con él en general fue buena", pero todo habría cambiado cuando lo detuvieron.
“Me llamó por teléfono al celular que tenía dentro del penal y me dijo que era el 'Loquillo' (apodo de Aliaga). Dijo 'te la voy a hacer corta, para salir tenés que poner 40 mil dólares y juntar a los otros imputados para reunir 200 mil dólares'. Era para el Volkswagen en referencia a Bento”.
Y afirmó que le dijo "que no estaba en condiciones de pedir nada. O ponía la guita o me podría en la cárcel. Cada llamado para mi era una sensación de ser aplastado. Yo sabía que él tenía llegada al juez", recordó.
Pero al igual que otros imputados se negó a pagar a cambio de su libertad. En ese punto, dijo que quisieron "ablandarlo" con métodos que violan los derechos humanos. "Acá algunos acusados hablan de violaciones tremendas a los derechos humanos. Les digo bienvenidos al club", manifestó.
Aquel 4 de septiembre, “se presenta el celador al pabellón y grita los nombres de los internos con audiencia. Me llaman a mí. Me levanto y explico que no iba a concurrir y que había presentado una nota. Me vuelvo a dormir y al rato vienen del Grupo Especial Penitenciario para decirme que me vestía o me llevaban a la rastra. Me llevaron al área de requisa previa, me hicieron desnudar y me tiraron al jaulón desnudo. Hacía frío. Ya no me acuerdo si tiritaba por miedo o por frío”.
Sentí la muerte como nunca antes. Preguntaba ¿por qué me hacen esto? Me decían 'son órdenes del juez'. Estaba quebrado
Finalmente, no lo trasladaron a ningún lado y recién tres años después dio su declaración en el marco de la causa administrativa. Luego se volvió a reencontrar con Aliaga.
"La primera vez que lo vi me quedé helado. Internamente me provocaba violencia pero él me dio un abrazo y me dijo 'me alegra verte afuera'. 'Vos me tendrías que haber hecho caso', me dijo. 'Si vos sabés que yo manejo todo'", aseguró Ramírez Madrid y afirmó que cuando Aliaga lo apretaba tenía datos que confirmaban su acceso al expediente. "Me lo vuelvo a encontrar tiempo después y ya tenía los tiros que le habían pegado en un asalto. Me muestra las cicatrices y ahí me dice que me equivoqué en denunciarlo a Bento. Él ya lo sabía. Me dijo que eso me iba a costar caro. El comentario me confirmaba que había comunicación. ¿Cómo sabía él de la denuncia?", concluyó.
