Brutal homicidio
La investigación por el homicidio de Jesús Lucero, de 29 años, continúa avanzando gracias a las nuevas pruebas e indicios que se sumaron a la causa. Las mismas comprometen la situación judicial de Vladimir Cristian Cayo Coronel, el comerciante detenido por el asesinato.
En tanto, personal de Policía Científica realizó nuevamente una pericia en el local 66 de la Galería Tonsa, donde se encontraron manchas de sangre en la parte posterior del comercio dedicado a la compra y venta y reparación de teléfonos. Las manchas están siendo analizadas en el laboratorio del Registro de Huellas Genéticas para determinar si pertenecen a la víctima.
Las pruebas del brutal crimen
En la misma requisa se detectó, a través del uso de luminol, la presencia de sangre que habría sido limpiada con una mopa que quedó ensangrentada. Esto también se tomó como indicios del homicidio. Además, los peritos se llevaron bidones con desinfectante y lavandina posiblemente usado para limpiar la escena del crimen.
Mientras tanto, se espera encontrar alguna prueba en los celulares secuestrados. No se descarta que otras personas puedan haber estado relacionadas con el crimen.
El caso tiene una prueba principal, que conforma el expediente: un video registrado el 7 de diciembre pasado, a las 21.14, donde se ve a Vladimir Cayo sacando un bulto envuelto en unas bolsas de consorcio y, arrastrándolo por el piso, lo llevó desde su local hasta la calle San Martín. De acuerdo a las hipótesis, podría ser el cuerpo de Lucero.
En el camino se encontró con varias personas. Al salir a la vereda, se detuvo y esperó el arribo del auto blanco que había solicitado a través de una app de viajes. Cuando el vehículo llegó, el conductor se bajó y ayudó a Cayo a subir el bulto al baúl y luego ambos partieron hacia Los Corralitos.
Para los investigadores el hombre que sacó el bulto es Cayo, quien está detenido e imputado por homicidio simple. Por su parte, el chofer del auto, Jonathan Orlando Torre Paz, declaró que fue contratado para hacer el viaje sin saber el contenido de la carga. La semana pasada fue liberado aunque sigue imputado por el delito de “encubrimiento agravado”.
Cómo sucedió el crimen en Ciudad
El 7 de diciembre último, Jesús Lucero, de 29 años, se dirigió hacia la Terminal de Ómnibus para visitar a su pareja, una joven que vive en la localidad de Palmira. O al menos esa era la versión que tenía su familia.
Desde entonces, nunca más fue visto por lo que se realizó una denuncia y se comenzó a investigar su paradero. Los pesquisas hicieron un exhaustivo seguimiento con las cámaras de seguridad y notaron que el joven se dirigió hasta la galería Tonsa, donde quedó filmado cuando ingresó, pero nunca cuando salió.
Con la recepción de algunos testimonios en el expediente se estableció la teoría del caso: Jesús Lucero fue hasta un local de venta y reparación de celulares. Allí trabajaba su novia, quien aparentemente había empezado una nueva relación con el dueño del comercio. Esto habría motivado una discusión entre los dos hombres donde Lucero terminó asesinado.
