Al banquillo
En febrero de 2023, la policía Claudia Marina Pérez fue detenida y señalada como única sospechosa de asesinar a una colega mientras dormía en la guardia de una comisaría de Guaymallén. La víctima, Nidia Angulo, de 30 años, fue baleada en la cabeza.
Sin embargo, cuando Pérez fue detenida, se cree que otros dos efectivos la torturaron por lo que supuestamente hizo. Por ello, María Elena Farfán y Alejandro Damián Agosti afrontan un juicio oral y público que comenzó esta semana.
Los agentes, de 40 y 41 años, respectivamente, estuvieron a cargo del traslado de la acusada a la comisaría 9, en Villa Nueva, cuando fue imputada un día después del hecho de sangre. En ese contexto, la habrían amenazado y golpeado, según la investigación a cargo de la Fiscalía de Homicidios y Violencia Institucional.
Torturas en una comisaría
El objetivo de la acusación es comprobar que en el período de tiempo en que estuvo detenida en Villa Nueva, los agentes atacaron a Pérez a machetazos en la cabeza y en la nuca, la esposaron en forma de cruz en los calabozos y la amenazaron con "partirle la cabeza" con un casco, además de decirle que "lo mejor que podés hacer es estar muerta" y "si la veo fumando le voy a hacer tragar el pucho encendido". Incluso, la mujer confirmó los hechos en el inicio del juicio, el cual podría finalizar la próxima semana.
Farfán está imputada por vejaciones agravadas y lesiones leves agravadas; arriesga una pena de 2 a 8 años de prisión. Mientras que Agosti, sólo por vejaciones y la potencial condena en su contra es de 1 a 5 años.
Cómo fue el crimen de Nidia Angulo
La víctima fue encontrada sin vida en la mañana del 18 de febrero de 2022 en la subcomisaría El Sauce. Nidia Angulo se había dormido durante una guardia en soledad, ya que sus dos colegas estaban en un patrullaje.
Le dispararon en la sien derecha, por lo que se descartó la teoría del suicidio ya que la mujer era zurda. Además, en el lugar faltaba su pistola 9 milímetros y su teléfono celular.
La necropsia del Cuerpo Médico Forense (CMF) determinó que el disparo que tenía la víctima no presentaba signos de resistencia, por lo que se cree que fue asesinada mientras dormía.
Por el hecho, Claudia Marina Pérez fue imputada por homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego. De acuerdo a la acusación de la Unidad Fiscal de Homicidios, el móvil del crimen sería porque Angulo comenzó una relación con un policía, que era expareja de Pérez hasta fines de 2021.
En agosto de 2022, la sospechosa admitió haber cometido el asesinato y fue condenada a prisión perpetua en un juicio abreviado.
