Divisadero Largo, una singular reserva muy cercana a la capital de Mendoza
Declarada área natural protegida en 1983, es un sitio de privilegio para apreciar más de 200 millones de años expuestos a la vista del visitante, ideal para comprender la secuencia de períodos geológicos. Está enclavada a tan sólo ocho kilómetros del microcentro mendocino.