Hermosas
Amantes de las flores y la biodiversidad, las mariposas otorgan una vibrante vida a nuestros exteriores. Según el paisajista Fernando Pozuelo, director del estudio Fernando Pozuelo Landscaping Collection, la presencia de estas coloridas criaturas no solo enriquecen la estética del jardín, sino también su ecología y biodiversidad.
Las mariposas se alimentan del néctar de ciertas flores, como las zinnias (Zinnia elegans), que además de atraer a estos insectos, son fáciles de cultivar. Árboles y arbustos también proporcionan refugio y alimento para las orugas, la fase previa a la mariposa.
Un jardín repleto de mariposas tiene un significado más profundo. Estos insectos son indicadores primarios del estado de salud de un ecosistema, tanto natural como artificial. Su presencia habla de la armonía entre los diferentes elementos del jardín y el paisaje circundante.
Además de su rol en la polinización, las mariposas también ayudan a controlar naturalmente las plagas y pueden ser un indicativo del cambio climático. Otras plantas que atraen a las mariposas son la rudbeckia morada (Echinacea purpurea), los cardos erizo (Echinops), las Verbenas bonaerensis y las salvias (Salvia officinalis).
En jardines con clima mediterráneo, las plantas más efectivas para atraer mariposas son la lavanda, la rudbeckia y la equinácea. Estas especies deben colocarse en un lugar soleado, preferiblemente con una orientación sur, y el suelo debe tener una alta capacidad de filtración con un pH elevado, superior a 7.5.
