El pastel de pollo es ese plato que te abraza el alma. Perfecto para los días fríos o cuando el corazón pide algo reconfortante. Su origen, aunque difuso, se asocia a la cocina casera europea, donde cada familia aportaba su toque especial. Hoy te traigo una receta que combina lo tradicional con un poco de innovación, fácil de preparar y seguro para encantar a todos en casa.
Ingredientes
Para la masa:
- 200 g de harina de trigo
- 100 g de mantequilla fría
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 500 g de pechuga de pollo cocida y desmenuzada
- 1 cebolla picada
- 1 zanahoria rallada
- 200 g de guisantes congelados
- 200 ml de crema de leche
- 1 cucharadita de tomillo seco
- Sal y pimienta al gusto
Procedimiento
Para la masa:
- Mezcla la harina y la sal en un bol.
- Añade la mantequilla cortada en cubos.
- Integra hasta obtener una textura arenosa.
- Incorpora el huevo y amasa hasta formar una bola.
- Refrigera por 30 minutos.
Para el relleno:
- Sofríe la cebolla en una sartén con un poco de aceite.
- Agrega la zanahoria y los guisantes. Cocina por 5 minutos.
- Incorpora el pollo, la crema de leche y el tomillo.
- Cocina a fuego medio hasta que la mezcla espese.
- Salpimienta al gusto.
Para armar el pastel:
- Precalienta el horno a 180°C.
- Estira la masa y fórrala en un molde para tarta.
- Vierte el relleno sobre la masa.
- Cubre con otra capa de masa y sella los bordes.
- Hornea por 30 minutos o hasta que esté dorado.
Este pastel de pollo es una fiesta de sabores en tu boca. Su masa crujiente junto al relleno cremoso y lleno de sabor, hacen de este plato una opción ideal para compartir en familia. Es perfecto como plato principal y promete dejar a todos satisfechos y felices. ¡Que lo disfrutes!