Deliciosas
La receta de hoy viaja desde las soleadas Islas Canarias hasta tu cocina. Las Papas Arrugás son una maravilla culinaria que se resiste a pasar de moda. Este plato, fácil y rápido, es perfecto para compartir. ¿Lo mejor? Ese mojo picón que hace bailar al paladar. ¡Vamos allá!
Las Papas Arrugás, pequeñas pero con carácter, son un fiel reflejo de la cocina canaria: sencilla, pero rebosante de sabor. La clave está en su cocción con piel y una buena dosis de sal marina, que les da esa textura única.
Ingredientes
- 1 kg de papas pequeñas (preferiblemente papas bonitas)
- Sal marina gruesa (bastante cantidad)
- Agua (solo lo necesario para cubrir las papas)
Para el Mojo Picón:
- 2-3 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo picante (ajustar según gusto)
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 cucharadita de comino molido
- 100 ml de aceite de oliva
- 25 ml de vinagre
- Sal al gusto
Procedimiento
- Cocer las Papas: Lava las papas y colócalas en una olla grande. Añade agua hasta cubrirlas y una generosa cantidad de sal marina. Cocina a fuego medio-alto hasta que estén tiernas, aproximadamente 20 minutos.
- Evaporar el Agua: Una vez cocidas, retira la olla del fuego y deja que el agua se evapore. La clave está en que las papas se sequen en su propia salmuera, lo que les dará esa textura arrugada tan característica.
- Preparar el Mojo Picón: Mientras las papas se cocinan, prepara el mojo. En un mortero, machaca los ajos con un poco de sal. Añade el pimiento picante, el pimentón, el comino, y sigue machacando hasta obtener una pasta. Incorpora lentamente el aceite de oliva y el vinagre, mezclando bien para emulsionar la salsa. ¡Listo!
- Servir: Sirve las papas aún calientes, acompañadas del Mojo Picón. Recuerda, la salsa es el alma de este plato. Úntala generosamente y ¡a disfrutar!
Las Papas Arrugás son un pequeño tesoro de la cocina isleña. Lo mejor de este plato es su sencillez y la explosión de sabores. La combinación del suave sabor de las papas con la intensidad del Mojo Picón es sencillamente irresistible. Además, es un plato versátil que puedes servir como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal. ¿Quién diría que algo tan sencillo podría ser tan delicioso?
