Exquisito
La calabaza no solo adorna nuestras mesas en otoño, sino que también se convierte en la protagonista de platos cálidos y reconfortantes. Hoy te traigo una receta de ñoquis de calabaza, perfecta para esos días en los que buscas algo especial para tu paladar. Esta versión trae un toque dulce y terroso a la mesa, ideal para una cena familiar o para impresionar a tus invitados.
Ingredientes:
- 1 kg de calabaza, pelada y cortada en cubos
- 2-3 tazas de harina (la cantidad puede variar según la humedad de la calabaza)
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- Sal y pimienta al gusto
- Queso parmesano rallado, para servir
- Mantequilla, para servir
- Salvia fresca (opcional), para servir
Preparación
Comienza por hornear los cubos de calabaza a 200°C hasta que estén suaves, lo que suele tomar alrededor de 30 minutos. Deja que se enfríen un poco, luego pásalos por un pasapurés o tritúralos hasta obtener un puré suave.
En un bol grande, mezcla el puré de calabaza con el huevo, la nuez moscada, sal y pimienta. Añade la harina gradualmente, mezclando hasta formar una masa que no se pegue en las manos. Es posible que no necesites toda la harina, o que necesites un poco más, dependiendo de la humedad de la calabaza.
Sobre una superficie ligeramente enharinada, divide la masa en varios trozos. Forma rollos del grosor de tu dedo y corta los ñoquis en trozos de unos 2 cm. Si lo deseas, puedes pasar cada pieza por el dorso de un tenedor para darle la forma tradicional.
Hierve agua con sal en una olla grande. Cocina los ñoquis en tandas, retirándolos con una espumadera tan pronto como suban a la superficie. Sirve caliente, con un poco de mantequilla derretida, queso parmesano rallado y unas hojas de salvia fresca si tienes.
Estos ñoquis de calabaza no solo son un festín para el paladar, sino también una forma colorida y nutritiva de disfrutar de los sabores del otoño. Con su textura suave y su sutil dulzura, seguro que se convierten en un plato favorito para esta temporada.
