El pesto, esa joya verde de la cocina italiana, es más que una simple salsa. Es un viaje aromático, una explosión de sabores que bailan en armonía. Hoy, vas a ser el chef detrás de este espectáculo. Prepárate, porque tu cocina está a punto de oler a gloria.
Esta receta no solo es fácil, sino que invita a la creatividad. Con unos pocos ingredientes frescos, transformarás lo ordinario en extraordinario. Ya sea en pastas, como aderezo o incluso en panes, el pesto siempre deja huella. Empecemos esta aventura culinaria.
Ingredientes:
- 2 tazas de hojas de albahaca fresca
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1/2 taza de aceite de oliva extra virgen
- 1/3 taza de piñones
- 2 dientes de ajo
- Sal y pimienta al gusto
Procedimiento:
- Lava la albahaca. Asegúrate de que esté seca.
- Tuesta los piñones. No dejes que se quemen.
- Pela los ajos. Fácil y rápido.
- En una licuadora, combina todo. Primero la albahaca.
- Añade piñones, ajo, y queso. Licúa.
- Vierte el aceite poco a poco. Magia cremosa.
- Salpica sal y pimienta. Prueba y ajusta.
Y así, en unos pocos pasos, tienes un pesto que enamora. Una receta donde cada ingrediente aporta su esencia. La albahaca, con su frescura inigualable. Los piñones, aportando notas sutiles y cremosas. El ajo, ese toque picante que despierta el paladar. Y el queso parmesano, un final de sabor que abraza cada ingrediente.