Multiuso
La receta de salsa blanca, también conocida como bechamel, es un básico culinario que transforma cualquier plato en una obra maestra. Su origen, envuelto en la historia de la cocina francesa, nos regala una salsa cremosa, suave y sumamente versátil. Perfecta para lasañas, croquetas o simplemente para darle un toque especial a tus verduras, esta salsa es un comodín en la cocina.
Prepararla es más sencillo de lo que muchos piensan. Solo necesitas seguir unos pasos claros y contar con los ingredientes adecuados. Lo maravilloso de esta salsa es su simplicidad y la forma en que realza los sabores de tus platos favoritos. A continuación, te presentamos cómo puedes hacerla desde la comodidad de tu hogar, garantizando el éxito en tus comidas.
Ingredientes
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 500 ml de leche
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- Nuez moscada (opcional)
Procedimiento
- Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio.
- Añade la harina y revuelve bien.
- Cocina la mezcla por un par de minutos.
- Vierte la leche poco a poco, sin dejar de revolver.
- Cocina hasta que la salsa espese.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
- Revuelve bien y retira del fuego.
Esta receta de salsa blanca es la base perfecta para experimentar y añadir tu toque personal. Ya sea que prefieras una versión más aromática con la inclusión de hierbas finas o una textura más rica agregando queso, el cielo es el límite. Lo mejor de esta salsa es su capacidad para unir y suavizar los sabores, haciendo de cada bocado una experiencia deliciosa. Descubre el placer de cocinar con esta salsa clásica y convierte tus platos ordinarios en creaciones extraordinarias.
