Qué hallaron
Los patrones en espiral grabados en la superficie de la Luna, conocidos como "remolinos lunares", parecen estar vinculados finalmente con cambios en la forma de esa superficie, según un reciente estudio detallado. Esta revelación contradice la interpretación canónica de que la topografía no tiene ninguna relación con la ubicación o la forma de los remolinos, y abre nuevas vías de investigación para los científicos.
Los remolinos lunares son extraños y bellos, caracterizados por líneas brillantes y rizadas, separadas por oscuros vacíos entre ellas. Hasta ahora, todos los remolinos lunares identificados coinciden con un campo magnético sobre la superficie lunar, lo que los científicos creen que desvía las partículas solares, impidiendo que el clima espacial afecte a los remolinos tanto como a los terrenos circundantes. Sin embargo, los investigadores han encontrado que, al menos en dos de estos remolinos, las áreas brillantes tienen una elevación más baja que las oscuras.
En un estudio encabezado por la científica planetaria Deborah Domingue del Instituto de Ciencias Planetarias, se descubrió que las líneas brillantes de un remolino en una región conocida como Mare Ingenii son más bajas que las oscuras entre ellas, por unos 2 a 3 metros. Este hallazgo, replicado en un segundo remolino conocido como Reiner Gamma, sugiere que las observaciones de Mare Ingenii no fueron una casualidad.
Aunque estos descubrimientos no revelan aún la causa de los remolinos, cada nueva pieza de información es un indicio que podría ayudar a desvelar sus secretos. Los remolinos lunares, un fenómeno único que no tiene paralelo en la Tierra, podrían contarnos algo único sobre la Luna, su historia y lo que está sucediendo bajo su tranquila superficie.
