ENTREVISTA EXCLUSIVA
Raul Saldeña es un diseñador icónico en la moda mendocina. En esta entrevista con Diario Mendoza, explica sobre su rol trabajando para lograr una proyección y construcción de identidad en el cliente.
Su historia con la moda comenzó a sus 16 años, desde el lado del modelaje. Con 12 años de trayectoria en el rubro, el estar del otro lado lo llevo a meterse en este mundo. Estudió Diseño Industrial en la UNCuyo, porque era lo más cercano a Diseño de Moda, viajando todos los días desde Rivadavia. Su primer trabajo en la industria fue diseñar para un grupo de gente que realizaba mallas. Gracias a eso, Raúl cuenta que vivía postergando lo suyo al trabajar para alguien más, y que fue su esposa quien lo empujó a llevar sus sueños y dibujos a la realidad.
“Me empecé a animar y me comenzaron a llamar para vender mis diseños de sastrería en boutiques. Un primo me encargo diseñarle el vestido a una amiga suya, fue algo totalmente fuera de mi zona de confort pero me animé, ese vestido salió en los medios, lo que me llevó trabajar después los vestidos para reinas”- comparte el diseñador.
Saldeña ha trabajado en amplios rubros dentro de la industria: sastrería, alta costura, vestuario escénicos para diferentes espectáculos y vendimias, imagen corporativa y diplomacia, uniformes para empresas, en municipios con la imagen de las reinas y en lo académico también. El camino de la docencia apareció cuando la Dirección General de Escuelas lo llamó para capacitar a los docentes de escuelas de capacitación laboral de diseño.
Luego en 2004, fue el encargado del diseño curricular de la carrera de Diseño de Moda en la Universidad Champagnat. “Empecé a viajar por la provincia capacitando. Siempre les explico a mis alumnos que la inspiración está en el arte, tomar elementos que ya existen y conjugarlos en una creación que logre transmitir el mensaje. Docentes de la Universidad de Mendoza fueron alumnas mías en la Champagnat”. Ligado a esto, se encuentra en constante aprendizaje: “He estudiado de moda a través de los libros de psicología, sociología aplicada, antropología también. Y eso te atrapa”.
Actualmente, se encuentra desarrollando el proyecto de Polo Oeste en el Diseño, que tiene la finalidad de rescatar lo que se produce en Mendoza, resaltar el enorme valor local, y generar capacitación, con la idea de revivir oficios que van desapareciendo. “Hay que tomar en valor, no solo económico, sino que también cultural”.
Los secretos del poncho del General San Martín
El diseñador también se ha dado tiempo para rescatar la historia del reconocido poncho del General San Martín y que tantas veces hemos visto en pinturas o representaciones teatrales. En este análisis explica, que el proceso de producción comenzó tres años antes que San Martín llegara a Mendoza, cuando nadie sabía que eso iba a pasar. Cuenta que esto se daba gracias a las Machis: mujeres que tenían el saber de las tolderías y ellas ya presentían que llegaría una persona que iba trascender.
Tejieron con todo un mensaje a través de los colores, los significados, las figuras utilizadas. Los paños blancos eran la luz de San Martín la luz de la gloria, la trascendencia que iba a lograr, la comunicación astral a través del azul. Inclusive, los colores que utilizaron tenia significaciones para creer que era para un jefe, y ellos a San Martín lo consideraron más que el jefe que tenían. “Es maravilloso descubrir el significado, y las formas en que los Huarpes tiñen, la lana que ocupan, los colores que logran, todo un mensaje ancestral y cultural. En la historia siempre se ha invisibilizado a los pueblos originarios, y nos atraviesa por donde lo veamos. Somos un país con deuda externa, pero a la misma vez tenemos una deuda interna tan grande.”
Una visión sobre la industria actual
“La moda es algo que acompaña la evolución del tiempo, es una liberación y forma de expresarse. Es cultura y mensaje, algo que todavía no se puede definir en la Argentina.”
-¿Cuál es tu visión de la moda como herramienta de identidad a nivel mundial?
-La moda de hoy es el “fast food”, es eso, es vorágine en la que estamos inmersos en la que estamos buscando pero nos estamos buscando fuera, no nos estamos buscando desde adentro. Nos han metido en la cabeza que el tiempo es más fuerte que tu vida, desgastando nuestra vida en función de un reloj. Es un problema porque no nos estamos dedicando a nosotros mismos.
Es una cuestión de personalidad, y hasta de una autoestima. Yo me pongo lo que me gusta o para que me acepte el grupo y sentir que pertenezco. Vivimos en un mundo de mucha apariencia. Demostrar algo que no sos. Por eso apunto a mis clientas yo quiero que seas vos vestida de novia. Soy un arduo militante de la personalidad de cada cliente, vos le ayudás a recomponer toda la imagen de esa persona. El rol del diseñador empieza en crear una seguridad a la persona con lo que va a llevar puesto y termina cuando el feedback es positivo y generas con la clienta un lazo de honestidad.
¿Querés ser parte de la manada o querés destacar? Esa es la cuestión.
-¿Cómo ves a la moda mendocina?
-Mendoza tiene un mercado local que no es nada localista. Acá estamos todo el tiempo tratando de innovar, tomando clases en escuelas turcas y rusas, y la realidad en Mendoza es distinto. En la provincia, los eventos más tops empiezan de día. Hay que empezar a trabajar con otros géneros de telas y dejar de lado los brillos o los bordados. Mucho se apunta a diseños minimalistas y la creatividad se ve muy limitada, la tenés que limitar.
