Este sábado, la provincia de Mendoza experimentó dos sismos que, afortunadamente, no resultaron en daños materiales ni víctimas. El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) confirmó los eventos sísmicos, tranquilizando a la población local con el reporte de que ambos movimientos telúricos no tuvieron consecuencias adversas.
El último de estos sismos ocurrió a las 11:46:59 hora local del 9 de marzo de 2024, con su epicentro ubicado a 17 kilómetros al norte de Uspallata, 62 kilómetros al sur de Barreal, y 75 kilómetros al noreste de Las Cuevas, en las coordenadas geográficas -32.303 de latitud y -69.399 de longitud. El sismo alcanzó una magnitud de 2.5 en la escala Mercali Modificada y se produjo a una profundidad de 123 kilómetros.
A pesar de que los sismos son eventos preocupantes, la baja magnitud y la considerable profundidad a la que ocurrió este último temblor contribuyeron a que no se reportaran daños en estructuras ni personas afectadas. Estos datos brindan un cierto alivio a los habitantes de la región, quienes son conscientes de la actividad sísmica que caracteriza a esta zona del país.
El primero de los sismos
La tranquila mañana de este sábado, 9 de marzo de 2024, los habitantes de la montaña mendocina fueron testigos de un sismo de magnitud 2.5. El evento sísmico tuvo lugar a las 06:14:43, hora local, sacudiendo suavemente la región sin causar daños ni heridos.
El epicentro del temblor se ubicó a 28 kilómetros al norte de Cacheuta, 38 kilómetros al sureste de Uspallata, y 39 kilómetros al oeste de la ciudad de Mendoza, con coordenadas geográficas de -32.774 de latitud y -69.222 de longitud. A pesar de su cercanía a estas áreas pobladas, la profundidad del sismo, que fue de 115 kilómetros, ayudó a minimizar su impacto en la superficie, permitiendo que la vida cotidiana de los mendocinos continuara sin interrupciones.