Iglesia católica
A las 10, el arzobispo Marcelo Colombo encabezó el Vía Crucis presencial -luego de 2 años en que no se hizo por la pandemia-, mientras que a las 15 se repitió en Cruz de Piedra y en Ciudad capital y luego se hizo nuevamente a las 21.
El lugar, tradicional del encuentro religioso de los mendocinos, repasa con imágenes y postas las distintas estaciones por las que transitó Jesús hasta la crucifixión, y la posterior resurrección.
Además del Vía Crucis en el Calvario (Carrodilla), las actividades continuaron a las 15, en Cruz de Piedra, donde se realiza el tradicional Vía Crucis del Cristo de las Viñas, también con la presencia del arzobispo local.
Desde las 21 se organizó el Vía Crucis por las calles de la Ciudad capital con una peregrinación con inicio en Martín Zapata y Rodríguez.
Entre las 15 y las 17 en cada arquidiócesis de la provincia también se efectuó el recordatorio de la Pasión y Muerte de Cristo.
Celebración del Arzobispo de Mendoza en el Penal de Mujeres de El Borbollón
Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, presidió el jueves en la Unidad Penal Nº 14 de El Borbollón la celebración del Jueves Santo en la que realizó el signo del lavado de pies a 12 internos e internas que se encuentran cumpliendo su fase de confianza.
El Viernes Santo
El Viernes Santo es el segundo día del Triudo Pascual, en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Tras la traición de Judas, Jesús es capturado, encarcelado, interrogado y golpeado en el calabozo 'Gallicantu', lugar en el que pasa la noche sin poder dormir; sin alimento ni agua, los judíos lo presentan ante el líder romano por la mañana.
Miembros del ejército judío lo llevan frente a Pilato para que este lo condene a muerte; sin embargo, Pilato se niega y lo envía frente a Erodes, mismo que lo remite de nueva cuenta.
Él consideraba que Jesús era inocente e incluso intentó liberarlo, pero debido a la presión de los enemigos de Jesús, ordenó que el hijo de Dios fuera azotado. Lo anterior no fue suficiente y ante el reclamo de la multitud, lo mandó crucificar para después lavarse las manos.
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