MENDOZA AYER Y HOY
A principios de 1900 se podía llegar a Mendoza a través de diferentes medios de transporte, pero sin duda el más cómodo era el moderno ferrocarril. Entonces, el arribo se efectuaba en la Estación Mendoza de Ciudad. Allí, en el exterior del edificio, te esperaban los carruajes para conducirte hasta el hotel.
En la Ciudad existían varios hoteles con muy buen servicio. Uno de ellos era el Gran Hotel San Martín - previamente llamado Hotel Club - ubicado en la esquina sur este de las calles Avenida España y Gutiérrez, frente a la Plaza Cobo/San Martín. En ese lugar hoy se encuentra una sucursal del Banco de la Nación Argentina.
Una vez instalados en el hotel, se podía cruzar la plaza y conocer uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de la Ciudad, la basílica de San Francisco. Si hubieses visitado la provincia a comienzos de 1900, podrías haber visto la iglesia coronada con su cúpula y sus campanarios originales, luego destruidos por un terremoto en la década de 1920.
Después, si te apetecía un café con alguna especialidad dulce, solo tenías que caminar unas cuadras hasta Gutiérrez y San Martín. Allí se ubicaba la confitería La Mascota. Allí podías disfrutar también de alguna “vista cinematográfica”, ya que también se ofrecían funciones con el invento que revolucionaba a la sociedad a comienzos de 1900: el cinematógrafo. Por esa época aún no existían los cines, de manera que las películas - de muy corta duración – se proyectaban en bares y confiterías.
Si tu excursión continuaba unas cuadras hacia el norte, podías recorrer La Alameda, el mítico paseo fundado por el general San Martín. Allí te recibía la escultura de Fray Luis Beltrán, el fraile soldado que dirigió la forja de las armas del Ejército de Los Andes. A comienzos del siglo XX la estatua se erigía sobre un pedestal.
El paseo se extendía por varias cuadras y en su extremo oeste era recorrido por el canal Tajamar. Eso sí, había que tener algo de cuidado ya que para esos años, aunque contaba con un vallado, aún se encontraba descubierto.
Y por hoy eso es todo. En nuestro próximo encuentro daremos otro salto atrás en el tiempo, recuperando nuestro pasado en imágenes. Hasta entonces.
