IGLESIA CATÓLICA
Por Nina Andrea Lesik
Hace 9 años que se encuentra en una misión pastoral junto a sacerdotes del sur mendocino y, a pesar de las dificultades que tienen con la conectividad, cuenta la difícil situación que se vive en la Isla y que desencadenó en protestas contra el gobierno.
En estos momentos todo el mundo mira lo que está ocurriendo en Cuba, debido a las multitudinarias manifestaciones en contra del gobierno que comenzaron el pasado domingo en el zona este de La Habana y luego se desplegaron hacia otras localidades.
El reclamo se centra en la falta de alimentos, medicamentos y vacunas contra el covid 19, en medio de un rebrote de casos en estas últimas semanas. En este país se encuentran misionando un grupo de sacerdotes de la Diócesis de San Rafael, como el Padre Carlos Peteira, quien se muestra conmocionado por el caos que se vive en la Isla.
“Fue muy esperado, hace décadas que los cubanos no se manifestaban así, esperado porque la situación no da para más. Las manifestaciones fueron múltiples desde La Habana hasta Santiago de Cuba, movilizadas principalmente por jóvenes. La gente mayor está acostumbrada a este sistema, tan difícil de entender y que trae tantas complicaciones, pero los jóvenes quieren libertad y un proyecto de vida. Este sistema ha matado los sueños de los cubanos”, relató el Padre Carlos al canal Tvcoa.
Desde el 2012 se encuentra en una misión pastoral en una comunidad rural en el pueblo de Yaguajay, a 300 km de La Habana. Si bien las revueltas no llegaron a esa zona, sí impactó el problema en las comunicaciones: “Las redes sociales están cortadas, nos estamos comunicando con algunas trampitas que hemos hecho para acceder, pero en general en Cuba internet está caído, por algo será que no quieren que se comuniquen y que pasen noticias que no son justamente las que transmiten en la televisión cubana”.
Respecto al análisis que el sacerdote hace sobre las causas de las manifestaciones y del gobierno cubano, destacó: “Cuba es un país muy rico, con producción y riqueza natural muy grande pero muy empobrecido. Los ajustes económicos que hizo el gobierno agravaron la situación, sumado a la crisis de la pandemia, que al principio fue manejada bien dentro de las limitaciones que tiene Cuba, pero en estas últimas semanas aumentaron significativamente los casos de covid”.
En cuanto a las revueltas, el Padre Carlos destaca que son una señal de esperanza para muchos cubanos pero también aclara el miedo que tiene mucha gente de salir a reclamar: “hay persecución permanente, en el trabajo o en cualquier ámbito”. “Para la gente es doloroso lo que ha ocurrido pero también es una alegría por la esperanza que se enciende pensando en una Cuba nueva”.
La escasez de alimentos que se reclama también la sufren quienes habitan la comunidad rural donde los sacerdotes mendocinos se encuentran misionando. “Este año no hemos podido comprar carne, cada tanto comemos pollo y nos arreglamos con frutas. En la zona donde vivimos algo se puede conseguir pero se dificulta si queremos comprar en ciudades grandes como La Habana o Santiago de Cuba. Si bien son pocos los cubanos que pasan hambre, el resto estamos con lo mínimo y comemos lo justo, no sobra nada”. La falta de comida viene acompañada con el aumento de precios: “una libra de arroz valía 5 pesos cubanos y ahora la estamos consiguiendo a 50, todo cambió en cuestión de meses, la gente vive con la angustia de saber si va a poder comer o no”.
En medio de la crisis y la situación de pandemia, la misión a la que fue designado el Padre Carlos Peteira se ha desarrollado con dificultades: “Hemos tratado de mantener la misión con lo que se ha podido, muy limitados por la situación reciente y la pandemia también, solo podemos salir hasta las 13 hs, intentamos llegar a cada lugar a pesar de la escaza movilidad y sostener la esperanza a la gente con el amor de Dios”.
Por último, dejó un mensaje de agradecimiento a General Alvear, ciudad donde fue párroco, por la gente que lo llamó con preocupación por lo que se está viviendo en Cuba, pero también alertó a todo el país sobre la realidad de la Isla: “Cuba necesita una renovación y mirando lo que nos está pasando acá, abran los ojos en Argentina. No todo lo que se dice y se predica de Cuba, como que es la panacea de la felicidad socialista, no es tan así. Hay que vivir en Cuba, hay que ver el dolor y la preocupación de la gente para darnos cuenta a dónde nos llevan estos sistemas que pisotean la dignidad, se burlan de la libertad para lograr objetivos extraños y confusos. Dios tiene un plan para cada país y tenemos que abrir el corazón al señor para que Él vaya marcando el destino de cada nación”.
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Producción periodística: Nina Andrea Lesik, Emanuel Vallejos y Diego Musa
