Waltergate
Este viernes continuaron las declaraciones de más testigos, en la antesala al descanso de la próxima semana. Walter Bento se enfrenta a dos procesos en paralelo: en el caso del megajuicio está acusado de ser el líder de una asociación que se dedicaba a cobrar coimas a presos a cambio de favores judiciales y, en el otro, de mal desempeño como juez federal.
El megajuicio sumó este viernes una nueva estrategia de la defensa de Bento, la cual buscó derribar uno de los testimonios más importantes: el de Javier Santos Ortega. El contrabandista de 50 años confesó haber pagado 722 mil dólares a cambio de fallos judiciales a su favor, mientras estaba detenido en una comisaría en mayo del 2021. La Justicia había llego hasta él en el marco de la investigación por coimas en Mendoza.
Por su parte, la Fiscalía mantiene especial atención a esta declaración ya que tiene su correlato con otras pruebas del expediente. Pero, también en este punto, la defensa del suspendido juez basó su contraataque entre el jueves y el viernes.
Versiones cruzadas de la declaración de Ortega
Según el equipo de prensa de Walter Bento, la confesión se dio en un momento en que Ortega “no estaba en condiciones”. Por esto, un grupo de psicólogos y psiquiatras que atendieron a Ortega indicaron que el hombre padecía un cuadro depresivo grave por el que estaba medicado. De este dato se desprende la versión de un médico del Hospital Central, quien asistió durante 20 minutos a Ortega en esos días y dijo que "es difícil que haya estado en condiciones de brindar una declaración por el cuadro tan avasallante. Es difícil que una persona pueda estar centrada en una situación y pueda ser objetiva".
Sin embargo, los fiscales María Gloria André y Dante Vega sostuvieron que dicha confesión fue legal ya que estaban presentes su abogado defensor, el juez de la causa y otros empleados judiciales. También los psiquiatras que lo asisten como paciente aseguraron que, más allá del diagnóstico depresivo, el hombre estaba lúcido, orientado y consciente.
Confesión completa
Corría mayo del 2021, cuando Javier Ortega declaró haber pagado 722 mil dólares para recuperar su libertad, mientras era acusado de contrabando. “En el pago incluía una lancha que yo tomé por una deuda y que era como un yate. Matías Aramayo (abogado arrepentido) fue a buscar el dinero y contó los fajos”, comenzó.
Lo entregué todo junto en una caja de zapatos. Al otro día ya estaba en domiciliaria
Además, nombró a otro de los abogados arrepentidos en la causa, Martín Ríos, quien le envió un mensaje a Diego Aliaga, presunta mano derecha de Bento, con una foto de un escrito a mano sobre una suma de U$S800.000 que se detallaba entre dinero de contado, una lancha y dos departamentos.
Ortega reveló que, antes de pagar el soborno, intentó quitarse la vida con una sábana en la Unidad Federal 32, donde finalmente conoció a Walter Bento. “Me trasladaron al Hospital El Sauce. Bento entró por detrás de mí y me preguntó por qué había hecho eso. Después apareció el abogado Martín Ríos y me dijo que si ponía 300 mil dólares salía en 10 días. Anotó en un papelito lo que tenía que pagar y me dijo que es plata iba para mucha gente”.
Juicio político
Mientras la próxima semana no habrá audiencias ni declaraciones en el megajuicio por coimas, sí llegará un día clave para Bento, su familia y el futuro de la causa en Mendoza. El miércoles 8 de noviembre se conocerá la resolución del Jury de Enjuiciamiento, donde está acusado de lavado de dinero, mal desempeño de sus funciones, enriquecimiento ilícito, falsedad ideológica, abuso de autoridad, prevaricato y cohecho.
Para lograr la destitución de un juez se necesitan cinco votos de los siete integrantes del jurado y la decisión es inapelable. Si ocurre la quita de fueros, implicaría perder la inmunidad política y se haría efectiva la prisión preventiva que está vigente en su contra.
