Caso Ríos
El ataque a la fiscal Claudia Ríos en pleno debate oral en el Polo Judicial dejó en manifiesto irregularidades preocupantes en cuanto a la seguridad en una institución, valga la redundancia e ironía, que se encarga de la seguridad de la sociedad mendocina.
Al ser atacada por una chuza manipulada por Arredondo Suárez de 34 años, interno que se enfrentaba a una nueva condena - ya tiene en su haber la condena perpetua -, la fiscal declaró que el sujeto la había querido matar.
En solidaridad a Ríos, preocupados y solicitando mejoras en cuanto a seguridad, trabajadores judiciales realizaron una asamblea en la explanada del Polo Judicial. El objetivo era decidir si continuaban con las audiencias del día o si llevaban adelante una medida de fuerza. Se trata de la segunda asamblea ya que en la tarde del miércoles, el personal de ese turno, también se había reunido para deliberar cómo seguir.
Ante esta situación el ministro de la Suprema Corte de Justicia, José Valerio, convocó a todos los magistrados a una reunión con el fin de analizar y reforzar la seguridad. Además de planificar e instaurar los protocolos de actuación en las audiencias donde estén presentes los presos.
“Es un hecho aislado”
Alejandro Gullé, por su lado, explicó que se están realizando las averiguaciones pertinentes y que ya han sido pasados a disponibilidad a siete efectivos penitenciarios: "Se está investigando todo, incluso, en este momento, hay ya siete efectivos penitenciarios pasados a disponibilidad y no se descarta que haya más involucrados. Vamos a investigar todo”.
Los fiscales y jueces de la provincia saben que están bajo amenaza siempre.
Se intenta averiguar en qué momento Arredondo Suárez logró hacerse con el arma de fabricación casera: “Venía desde Almafuerte, ingresó por el edificio Estrada y el ducto de traslado. Se supone que los penitenciarios revisan al reo completamente”.
El prontuario de un asesino múltiple
“Mecha” es el apodo de Hugo Eduardo Arredondo, quien se encuentra detenido desde 2015 por el homicidio a un exmilitar y comerciante en el barrio Tamarindo II, de Las Heras. Jorge Montilla, de 51 años, fue abordado por un grupo de delincuentes que intentaron robarle su camioneta, y tras resistirse al robo, Montilla recibió cuatro balazos.
Arredondo fue condenado como autor material de este homicidio criminis causa. Según se determinó en el juicio, también participó en varios robos agravados, por lo que recibió la pena de prisión perpetua.
En la audiencia de ayer Arredondo era el principal imputado por el asesinato de Nicolás Lozano, con quien compartía la celda en Almafuerte en la Navidad de 2019. Lozano fue asesinado a golpes de puño en el interior de uno de los calabozos el 25 de diciembre. Cuando los penitenciarios llegaron, el joven de 23 años estaba herido en el suelo. Fue trasladado de urgencia al Hospital Central, pero murió antes de ingresar. El parte médico reveló "hundimiento de cráneo, heridas en la región temporal parietal y fractura expuesta de la mandíbula por fuertes golpes en la cabeza y algunas heridas cortantes".
Por último, tiene otra investigación abierta en su contra por crímenes cometidos intramuros. El caso aún no llega a juicio, pero el asesino arriesga una condena de entre 8 y 20 años de prisión.
