En febrero pasado, un feroz incendio avasalló con todo el “Feria Persa” y las pérdidas fueron absolutas. Algunos de los feriantes fueron reubicados en el Callejón Alameda, pero otros 28 trabajadores no han encontrado otro lugar y la Municipalidad de Capital les ha permitido que puedan ubicar sus productos sobre la vereda del local quemado, en calle General Paz.
Sin embargo, este lunes llegaron a sus lugares de trabajo y se encontraron con un panorama desalentador: autos del municipio ubicados de manera estratégica y personal policial prohibiendo que pudieran ubicarse en la vereda.
La explicación que le dieron a los trabajadores es que con el viento Zonda la estructura del persa corre riesgo de derrumbe, pero los "feriantes de la vereda" explican que desde que sucedió el incendio nunca se intentó reparar la fachada para evitar esa situación.
Desesperados reclamaron que los dejen trabajar de igual manera porque para muchas familias es la única forma de tener ingresos. Por el momento, sus pedidos no fueron aceptados y se mantiene la decisión de no dejarlos ubicarse en la vereda, al menos, durante la mañana.