Arqueología
En la Reserva Natural de Nahal Tabor, situada en la región de la Baja Galilea, un evento singular capturó la atención de la comunidad arqueológica gracias a la curiosidad y diligencia de un excursionista. Durante una jornada al aire libre este individuo halló un amuleto con forma de escarabajo, datado aproximadamente en 2.800 años atrás, un vestigio que remonta a las eras asiria o babilónica.
Este objeto, tallado en la distintiva piedra cornalina de un suave tono marrón rojizo, exhibe en una cara la imagen de un escarabajo y en la otra, grabados de un grifo o caballo alado, simbolismos frecuentes en el repertorio artístico del Antiguo Cercano Oriente.
El descubrimiento fue realizado por Erez Avrahamov, de 45 años, quien se encontraba disfrutando de un breve receso de sus deberes en las Fuerzas de Defensa de Israel. Movido por el destello de un objeto entre la tierra, Avrahamov pronto reconoció la singularidad de su hallazgo, una pieza que inicialmente parecía ser una simple cuenta o piedra. Tras una observación más cuidadosa, identificó los grabados característicos de un escarabajo e informó a la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) sobre su descubrimiento.
El lugar del hallazgo, cerca del yacimiento de Tel Rekhesh, es de significativa importancia histórica, al estar asociado con la antigua ciudad de Anaharath, referenciada en el Libro de Josué. Este sitio ha sido identificado como un punto estratégico durante los siglos VI y VII a.C., época en la que se erigía una fortaleza asiria que contenía instalaciones rituales y de baño, marcando el dominio asirio que precedió a la caída del Reino de Israel en el período del Primer Templo.
Según el Dr. Yitzhak Paz, arqueólogo de la IAA, el escarabajo podría ser indicativo de la influencia asiria o babilónica en la región, sugiriendo la posible presencia de autoridades de estas civilizaciones en Tel Rekhesh.
Los amuletos de escarabajo, originarios de la cultura egipcia y adoptados por diversas civilizaciones del mundo antiguo, eran comúnmente creados a partir de diversas piedras y a menudo revestidos con esmalte. Sin embargo, el ejemplar encontrado por Avrahamov se distingue por su material de cornalina naranja y su excelente preservación, divergiendo de los más frecuentes amuletos de tonalidades azules.
