Bien conservado
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han realizado un significativo hallazgo en la "Cueva del Tesoro", ubicada en Cadereyta de Montes, Querétaro, México, donde recuperaron antiguas herramientas de caza. Este descubrimiento fue posible gracias a la notificación de la Asociación de Espeleólogos de Querétaro, que informó sobre la existencia de estas piezas en una pequeña cavidad de la cueva.
Dentro de las herramientas halladas, destaca un atlatl, una herramienta prehistórica utilizada para lanzar lanzas con mayor alcance y velocidad, lo que permitía a los cazadores apuntar a presas a distancias mayores que con el lanzamiento manual. También se encontraron dardos de madera y troncos modificados, que probablemente servían como herramientas multifuncionales. Estas piezas, cuya datación preliminar se estima alrededor del siglo I d.C., aportan valiosa información sobre las prácticas de caza de la época.
A pesar de una exhaustiva inspección en el sistema de cuevas, no se encontraron más elementos arqueológicos que ofrecieran una interpretación adicional de este hallazgo. Sin embargo, el equipo de investigación planea anunciar los resultados de un análisis de muestras el 27 de enero de 2024.
Los investigadores sugieren que estas herramientas pertenecieron a sociedades de cazadores y recolectores que se asentaron en la región desde el 7.000 a.C. Durante ese periodo, numerosos grupos nómadas se desplazaron hacia las áreas semi-desérticas de Querétaro y Guanajuato. Esta teoría se apoya en las abundantes pinturas rupestres y en el descubrimiento de otros artefactos prehistóricos en sistemas de cuevas cercanos.
Con el transcurso del tiempo, algunos de estos grupos de cazadores y recolectores evolucionaron hacia estilos de vida agrícolas más sedentarios, mientras que otros mantuvieron sus prácticas tradicionales hasta tiempos más recientes. Este hallazgo en la "Cueva del Tesoro" aporta una pieza más al complejo rompecabezas de la historia humana en esta región de México.
